Ultramaratón, una carrera contra la mente
Este tipo de pruebas pueden equipararse a los retos de la vida misma
No pienses, corre es el título del libro del ultramaratonista español Chema Martínez, una frase que dicha de otra forma también ha expresado la corredora rarámuri Lorena Ramírez: “Mi objetivo es llegar a la meta sin pensar en nada más”.
Y es que hablar de correr un ultramaratón, es decir más de 42,195 metros, son palabras mayores. De entrada, como explica el portal ultrailmexicoseries. com, lo primero que hay que tener claro es que no es una competencia para todos:
“Al ser una disciplina de resistencia exige tiempo, dedicación, determinación, persistencia y valentía. Pero una segunda etapa tiene que ver con el autoconocimiento, no solo en el plano emocional, sino también a nivel físico. Conocer las limitaciones de nuestro cuerpo y saber hasta dónde podemos exigirnos día a día es clave para poder avanzar. Esto es lo realmente apasionante de ser ultramaratonista. Atrevernos a desafiar nuestras capacidades físicas, salir de la zona de confort; exigirnos siempre un poco más es un hábito difícil de construir”.
Así que al parecer, someterse a una prueba de este tipo —algunos ultramaratones corren a lo largo de 250 kilómetros normalmente sobre terrenos agrestes y difíciles—, va mucho más allá del entrenamiento de por lo menos dos horas diarias en tanto que se convierte en un estilo de vida.
Para Chema Martínez, un ultramaratón “es un pulso contra las limitaciones de tu cuerpo, sí, pero sobre todo de tu mente. Es una lucha interior”, igual que la vida donde la lucha es siempre contra uno mismo y sus limitaciones mentales.
Y en México los tarahumaras saben muy bien de qué se habla cuando de vivir corriendo se trata. Recién fue estrenado en la plataforma de Netflix, un capítulo de la serie Río Grande, Río Bravo, dedicado a Lorena Ramírez, quien se volviera mundialmente famosa, luego de alzarse con el primer lugar del Ultra Trail Cerro Rojo de 80 kilómetros, el cual corrió con su falda tradicional y sus huaraches; los mismos con lo que recorre a diario cuidando a sus chivas, muchos kilómetros en su natal Guachochi, en la Sierra Madre en Chihuahua.
Porque ser ultramaratonista, como explica ultrailmexicoseries.com, significa mucho más que solo entrenar para una competencia: “Es cruzar una meta interna que tiene que ver con obstáculos que trascienden a los kilómetros. Es ir más allá en una búsqueda permanente que nos obligue a evolucionar y ser mejores, no corredores sino personas. La distancia es solo el medio para poder sacudirnos el temor y tener muy claro que nuestro origen no debe ni puede determinar nuestro futuro y que la vida está del otro lado del miedo”.
(Con información de ultrailmexicoseries.com)