¿CNDH de miradas cortas?
L as redes volcadas en su mayoría en contra de la marcha del lunes, resaltando sobre todo las agresiones a los monumentos históricos de nuestra capital, provocó que muchos de ellos y demasiadas de ellas, escudados tras sus redes sociales, externaran su desagrado ante la manera en cómo algunas mujeres exigieron ser escuchadas, irrisorio leer todas sus propuestas de “cómo” deberían ser este tipo de protestas, frases como: “así no” o “ustedes no me representan”, mostraron que su análisis termino solo por enfrascarse en las formas ,pero lejos de discutir el fondo de todo este movimiento. Y si a lo anterior le sumamos las nada acertadas declaraciones del martes de Rosario Piedra, ombudsperson de la CNDH (porque ombudsman no se puede y ombudswoman ni se nos ocurra mencionarlo porque nos “cuelgan”), en donde descalificó ese tipo de marchas, aunado a que de plano dijo que solo si ellas se acercaban las atendería, fue de entenderse que en menos de 24 horas (después de un acto de contrición y no una buena regañada espero), nuevamente se pronunció para decir que siempre si, que la CNDH tomará postura para buscar reunirse con representantes y activistas de esos movimientos feministas y así comenzar a dar respuesta a sus demandas, demandas que por cierto sí existen, pero que como es costumbre no es lo que los medios publican, vende más ver una imagen del hemiciclo a Juárez pintarrajeada que un pliego petitorio de lo que ellas están exigiendo. Alabo los gritos de los que descalifican, valida su libertad de expresión, y alabaría más verlos y verlas hacer las cosas que dicen ser las correctas, que fácil es alzar la voz desde sus hogares y oficinas, que difícil es dejar su celular o computadora para salir a hacer lo que están pidiendo que hagan irónicamente, otras personas.