¿Dónde está Sosa?
La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, la UAEH como mejor se le conoce, es una institución que no merece mucho de lo que le está pasando; desde hace más de un año sus directivos son sujetos de observaciones fiscales y administrativas como nunca antes se había presentado en la historia.
Parecería que hay una cacería de brujas, pero no es así. De acuerdo con la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público todo tiene una explicación.
Apenas ayer se informó del bloqueo, otra vez, de seis cuentas bancarias de la Universidad hidalguense tras detectar presuntas actividades irregulares de Gerardo Sosa Castelán, presidente del Patronato de la máxima casa de estudios del estado.
¿Qué tanto hace Sosa en la UAEH?, a más de tres décadas que aposentó su poder político –sí, amparado en el entonces PRI-gobierno de antañoel hoy investigado ha hecho lo que pocos políticos del país en el entorno de una universidad pública. Fue líder estudiantil, docente, funcionario, rector, presidente del Patronato, benefactor, todo dentro de la misma institución; una universidad pública que le pertenece al sistema educativo y a los que lo conforman, los propios estudiantes, docentes y trabajadores. Por ello la UIF no se explica que Gerardo Sosa haya amansado fama y fortuna, obras y milagros, así como un inmenso currículum que lo convierte en un objetivo de la 4T para probar el programa piloto de caza recompensas por temas de corrupción o inexplicable enriquecimiento o por ser rico.
El caso aquí es que llegó la hora de rendir cuentas al jefe del Grupo Universidad, al amigo de gobernadores, al socio estratégico de la ANUIES, que debe aparecerse y explicar el origen y manejo de los los 151 millones de dólares que están a nombre del Patronato Universitario.
Apenas ayer se informó del bloqueo de seis cuentas bancarias de la Universidad