A sus 15 años combate la violencia de género con activismo, ballet y letras
La adolescente originaria de Oaxaca está nominada al Premio Internacional por la Paz Infantil 2020; lucha contra las agresiones hacia las mujeres y se considera feminista
Inspirada por las feministas Helen Keller y Harriet Tubman, Aleida Ruiz Sosa, embajadora de la paz y nominada al Premio Internacional por la Paz Infantil 2020, da pasos firmes para defender los derechos de la mujer.
Bailarina de ballet por amor a las artes, escritora y activista, encontró en esta tríada una oportunidad para erradicar la violencia de género.
Originaria de Oaxaca y de tan solo 15 años, anhela que la violencia contra mujeres, niñas y personas vulnerables se extinga y, por ello, participa activamente en tareas humanitarias.
Fue su madre quien sembró en ella la semilla del feminismo, doctrina que reconoce las capacidades y derechos en su mayoría reservados para los hombres.
“Me considero feminista, creo firmemente en la igualdad y en los derechos de oportunidades entre hombres y mujeres, porque claramente nuestro género tiene desventajas y hay que trabajar para llegar a un equilibrio. En mi familia tengo más primos que primas, siempre nos han tratado igual, no hay favoritismo ni nada”, detalla.
Bajo la consigna “Sensibilizar a la sociedad a través del arte”, impartió un taller de expresión corporal y acondicionamiento físico en el Centro Penitenciario Femenil de Tanivet, Oaxaca, durante seis meses. En ese lugar se topó con una necesidad común en las 170 reclusas: la falta de productos de higiene menstrual.
A raíz de esta carencia se movió entre sus contactos y en diciembre de 2019 donó 11 copas menstruales para las internas.
A través de la literatura (es autora de una colección de cuentos llamada Arcoíris), Aleida busca desnaturalizar la violencia contra la mujer y eliminar los estereotipos sexistas.
Con el apoyo de la Fiscalía General de Justicia de Oaxaca vende esta serie y los fondos
recaudados son destinados a niños cuyas madres fueron víctimas de feminicidio.
“Cuando una mujer muere, no murió y ya, también les afecta a los niños que se quedan sin madre, las abuelas se quedan sin hija. En fin, afecta a toda una cadenita”, señala Aleida en entrevista con MILENIO.
Lacolecciónconstade sietecuentos,unoporcada color del arcoíris: rojo, naranja, amarillo, verde, añil, azul cielo y violeta, siendo este último el favorito de Aleida.
Narra la historia de Rocío, una escritora de cuentos románticos a quien le empiezan a salir moretones en el cuerpo sin razón aparente hasta que, con el tiempo, se da cuenta de que al leer titulares como “Desaparece niña de 14 años”, “Sexoservidora es estrangulada” o “Mujer es exhibida en internet y se suicida”, se siente asfixiada
por la realidad y las manchas en su cuerpo se expanden.
“Desde que empecé con este activismo mi color violeta se ha hecho un poco más suave y espero que algún día llegue a desaparecer. No nos dejemos solas, mujeres, hay que acompañarnos entre nosotras, hay que ayudarnos a ser escuchadas”, refiere un fragmento del cuento.
Entre 2019 y 2020 la joven fue embajadora de la Paz de Iberoamérica y el Caribe por la Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos para el Desarrollo de las Américas (Cidhpda); también estuvo nominada al Premio Internacional de la Paz Infantil 2020, en la categoría “Igualdad de género”, que otorga la fundación Kids Rights.
El galardón se concede anualmente a un menor de edad para reconocer su labor humanitaria a favor de su comunidad; entre sus ganadoras destacan las activistas Malala Yousafzai, premio Nobel de la Paz en 2014, y Greta Thunberg, activista medioambiental.
Aleida está por emprender dos campañas: la primera, denominada “Que las niñas sean niñas, no esposas”, busca disminuir los casos de matrimonio en menores de edad, algo recurrente en su natal Oaxaca. Uno de los propósitos es reforzar la iniciativa de ley contra el matrimonio infantil que el Congreso de Oaxaca aprobó en 2013, con penas de cuatro a 10 años de prisión.
Ésta arrancará el 12 de marzo en los municipios de Huautla de
Jiménez, Santa Lucía, Ocotlán de Morelos y Pinotepa Nacional, en la espera de alcanzar 24 comunidades (dos por mes).
Aleida dice conocer casos de mujeres que, tras haber sido abusadas sexualmente, fueron obligadas a dar a luz y a casarse con sus violadores.
En tanto, su segunda campaña se concretará el 8 de marzo al grabar una coreografía en el Teatro Juárez de la capital oaxaqueña, con el himno feminista “Canción sin miedo”, de Vivir Quintana, para financiar 150 copas menstruales más para su proyecto “Por un periodo digno para las mujeres privadas de su libertad”, con el fin de destinarlas a las internas del Centro Penitenciario Femenil de Tanivet.
Cuando sea grande, Aleida sueña con ser embajadora por los derechos de los niños y mujeres. Mientras ese momento llega, ella sigue bailando y cada grand jeté se convierte en una victoria más para las mujeres.
“Cuando una mujer muere, no murió y ya. Los hijos se quedan sin su madre y las abuelas se quedan sin su hija”