Que
el registro de Onésimo Cepeda como candidato de Fuerza por México a una diputación, acto que adelantamos ayer en este espacio, detonó de inmediato los deslindes del Episcopado y la diócesis de Ecatepec, y solo horas más tarde la bajada del cuadrilátero del obispo emérito, a quien mandaron decir desde Roma, a pregunta expresa, que nomás no.