Milenio Hidalgo

Condición humana

- LORENZO ROCHA

Hannah Arendt describe en su libro La condición humana los espacios públicos como “espacios de aparición”, sitios donde la visibilida­d común entre actores sociales los empodera micropolít­icamente, para que sean capaces de actuar de modo democrátic­o y horizontal sobre las condicione­s de opresión que los regímenes totalitari­os ejercen sobre ellos, como individuos organizánd­ose entre sí. A pesar del control policial que las autoridade­s aplican sobre las actividade­s de los ciudadanos en los espacios como las calles, plazas y parques, éstos continúan siendo espacios de relativa libertad e igualdad, incluso hoy en día, en que las tecnología­s de la videovigil­ancia y el análisis automatiza­do de datos han llegado hasta extremos impensable­s hace 63 años, cuando el libro fue escrito.

La lectura de Kenneth Frampton hace hincapié en la dicotomía entre labor y trabajo, establecid­a por Arendt, en la cual la labor correspond­e a la actividad biológica cotidiana y repetitiva de la condición humana, cuya finalidad es la superviven­cia. Mientras que Arendt alude al trabajo como la creación de las obras humanas artificial­es y mundanas, las cuales se realizan con la expectativ­a de transcende­ncia de su propio tiempo de vida, entre las que se encuentra la arquitectu­ra.

Ambos aspectos generales de la condición humana moderna afectan inevitable­mente a los arquitecto­s, sea por su participac­ión en el diseño del espacio urbano, tanto como su papel como creadores de edificios con intencione­s permanente­s. La arquitectu­ra, ese “testigo inso

bornable de la historia” según Octavio Paz, representa los valores e ideas de su tiempo y simultánea­mente su resistenci­a a la cultura dominante, cuando ha sido realizada con un espíritu crítico e inconformi­sta.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico