Propuestas duras
La primera semana de las campañas políticas al Congreso local y federal está por culminar y hemos escuchado algunas de las principales propuestas, mismas que deben analizarse con seriedad.
Una de las que más ha llamado la atención es la que mujeres de la alianza Va por Hidalgo han lanzado en Tula y Mineral de la Reforma, con la promesa de legislar por la reforma al Código Penal para que se avale la cadena perpetua para agresores de mujeres y niños.
El tema de ofertar siempre anhelos de justicia es redituable hasta cierto punto en las contiendas electorales; mucha gente acude a votar con la esperanza de que sea una realidad lo que se está diciendo en el discurso, pero como todo en la vida del dicho al hecho, hay mucho cabildeo.
Y es que cuántas veces nos han querido vender el tema de la pena máxima, incluso de la pena de muerte, de sanciones más estrictas, de llevar todo el peso de la ley a los castigos para quienes resulten culpables de delitos atroces.
Si bien las propuestas de Irene Soto y Miriam García en sus respectivas campañas de Va por Hidalgo han sido recibidas con beneplácito, se deben medir con justa dimensión.
Una reforma al Código Penal es uno de los temas más complicados de la labor parlamentaria.
Tan solo en la actual Legislatura local, se tardaron más de un año en la reforma para la violencia política de género, de las demás ni hablamos, porque se quedarán en el tintero exigencias como el aborto, la alerta de género, las sanciones a deudores alimentarios, la prisión preventiva obligatoria para parejas golpeadoras, entre otros. De llegar a sus respectivas cámaras, las candidatas a diputadas tendrán que hacer mucha labor para poder llevar a cabo estas propuestas; ofrecer no empobrece, pero también hay que hacerlas realidad, y bienvenidos los temas para el debate.
El tema de ofertar siempre anhelos de justicia es redituable en las contiendas