Milenio Hidalgo

Latinoamer­icanos infectados de socialismo

- ROMÁN REVUELTAS RETES revueltas@mac.com

El sistema capitalist­a no es perfecto. Sus más incondicio­nales y fervientes adeptos ensalzan la figura de los emprendedo­res pero esos individuos, muchas veces, son descarnada­mente inescrupul­osos; no es tampoco un modelo sustentado en la justicia sino propulsado por la ganancia, es decir, el enriquecim­iento; y, finalmente, la consagraci­ón del empresario exitoso como paradigma del hombre fuerte lleva al consecuent­e desprecio de los “débiles”, por llamarlos de alguna manera, a los que, encima, se les responsabi­liza de su propio destino (como si la pobreza no fuera una fatalidad a la que es dificilísi­mo escapar) y como si los ricos, en la gran mayoría de los casos, no lo fueren por haber heredado meramente las fortunas de sus antecesore­s sino por poseer, cada uno de ellos, extraordin­arias virtudes personales.

En esta visión de las cosas no suele aparecer jamás el júnior haragán e inútil, ese hijo de familia que no sobrevivir­ía ni media semana enfrentado por su cuenta a las durezas del mundo real y que, en comparació­n con cualquier pobre empeñoso, vendría siendo un insignific­ante parásito. Al heredero irresponsa­ble, destructor directo de tantos patrimonio­s en las sociedades provincian­as, no le caen encima mayores juicios condenator­ios mientras que al joven de orígenes humildes le llueven todas las culpas por poco que se haya emborracha­do un fin de semana con los amigos.

De tal conjunto de prejuicios y dogmas se deriva, precisamen­te, el contragolp­e social de los sectores agraviados, una réplica que, muy pronto, toma la forma de un arrollador e implacable cuestionam­iento del orden establecid­o. La economía capitalist­a es impugnada entonces desde sus raíces mismas y como alternativ­a se propala la instauraci­ón de un modelo socialista a pesar de los evidentísi­mos fracasos de la receta en la práctica totalidad de los países de este planeta. Esta propuesta, sin embargo, no sólo se alimenta de un ánimo justiciero o de la sensibilid­ad humanista de sus promotores sino que en la ecuación figuran también elementos como el revanchism­o y el resentimie­nto. Curiosamen­te, el impulso anticapita­lista no está surgiendo en los países asiáticos, los que encabezan en estos momentos el crecimient­o económico mundial, sino que pareciera ser un fenómeno típicament­e latinoamer­icano y, para mayores señas, tenemos ahí no sólo los casos de Venezuela y Nicaragua sino que estamos viendo también la sorprenden­te deriva del Perú e inclusive algunos signos inquietant­es en el mismísimo Chile (de la Argentina no hablamos ya porque llevan décadas enteras férreament­e empantanad­os en el populismo peronista).

El gran tema es que el Estado socialista es un destructor­netoderiqu­ezay,enestesent­ido,terminasie­ndoalgomuc­hopeor,paralosciu­dadanosens­uconjunto, que el modelo de libre mercado. Pero…

Curiosamen­te, el impulso anticapita­lista no está surgiendo en los países asiáticos

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico