Ataques de dolor de cabeza
Se calcula que el 70% de la población mundial padece cefalea, al menos en los países industrializados; es un problema que puede incapacitarte
Lo que pareciera una dolencia sin importancia como el dolor de cabeza, es un problema que puede resultar incapacitante. Las cefaleas, caracterizadas por dolores de cabeza recurrentes, son uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso, causadas, como explica el Dr. David Buchholz, neurólogo y profesor asociado de la Universidad Johns Hopkins y autor de Heal Your Headache, por la hinchazón y la constricción de los vasos sanguíneos en la cara y el cuello.
Los factores desencadenantes son variados, pero incluyen estrés, fluctuaciones hormonales, alteraciones del sueño, cambios en el clima, especialmente la presión barométrica; dieta y ciertos medicamentos, particularmente píldoras anticonceptivas y terapia de reposición de hormonas.
El Dr. Buchholz aconseja a los que sufren de dolor de cabeza que cultiven una práctica de yoga regular y consistente, complementada con una actividad cardiovascular. Este régimen, combinado con dormir lo suficiente, no solo ayuda a reducir el estrés, sino que las endorfinas liberadas durante el ejercicio ayudan a prevenirlo. Aquí te proponemos tres posturas relajantes para aliviar dolores de cabeza:
Marichyasana, la postura del Sabio Marichy. Estimula el sistema digestivo cuyo mal funcionamiento puede provocar cefaleas y oxigena la columna vertebral. Las torsiones desbloquean y relajan el sistema nervioso, favoreciendo la calma. Realiza del lado derecho y luego del izquierdo.
Garudasana, la postura del Águila. Ayuda a reducir la tensión en la parte superior del cuerpo. Entrelaza la piernas y los brazos, y levanta las manos, a modo de que el codo izquierdo descanse en el codo derecho. Relaja los ojos, la mandíbula y los omóplatos, mantente durante 10 segundos respirando uniformemente, suelta y repite con tu brazo izquierdo debajo del derecho.
Balasana, la postura del Niño. Es una excelente posición para reducir el estrés, ansiedad y dolores de cabeza. Siéntate sobre tus pantorrillas en el suelo. Flexiona tu cuerpo hacia adelante con los brazos estirados y la barba pegada al pecho. Junto con una respiración profunda, calma el sistema nervioso, reduce la presión sanguínea, aliviando la tensión de la zona cervical y toda la espalda.