Alazraki para principiantes
David Faitelson es un profesional de la provocación, como bien sabemos, y por eso me ha caído bien desde el día en que, debido a su estilo, Catémoc Blanco le dio un zape a la malagueña. El cronista deportivo suele recurrir a frases disruptivas y definitiva s para llamarla atención, generar polémica, pero sobretodo turbación en el am bien tepam bolero en particularyen cualquier disciplina en general, mismas que le han valido el odio del Canelo, de Ricardo Peláez, Paco Gabriel de Anda, Ricardo Salinas( bueno, elplutócr atase pelea hasta con su sombra con tal de ganar más lana en a bonos chiquitos para ganar mu chito ), entre otros, y hasta del joven Murrieta,qu ese siente todo ungitanil lo, cuando dijo que el toreo es un espectáculo siniestro para canallas y desalmados.
Ahora, para entrar en la polaca con ese mismo empeño, le entró al debate sobre Carlil los Alazraki, recurriendo a una ironía muy fina al llamarlo de manera elogiosa como un hombre “cabal”. Y es que a juzgar por su trabajo como publicista del PRIcámbrico temprano, sus arrebatos barbajanescos donde pendejea a todos, incluyendo a su propia comunidad,no se diga en sus finas epístolas que parecen un torneo de albures y menta das que harían sonrojar a los trabajadores de una vulcaniza dora, el término“cabal” no le queda ni con calzador alpino che t is ta Alazraki.
Bueno, me cuentan unos venezolanos que bajaron de unos ovnis para votar por Morena, que Alazraki, además de heredarle su verba florida a A*lititititito, ya se había coludido con la señora Pagés —también ha reportado mi querido Alejandro Páez Varela— para exigir que se reprimiera a quienes protestaban por la desaparición de los 43 de Ayotzinapa. Fifilántropos como estos no hay dos en la vida, por más que se ofusquen, por más que se pongan como Díaz Ordaz.
Bueno, Alazraki es tan sensible y humanista que para demostrar que no tiene ninguna vocación ni autoritaria ni represiva,y menos regresiva-rece si va, pero pasiva-agresiva, tiene entre sus colaboradores aLillyT él lez, la Rabadán,Xóchitl, Lozano —puro morigerado con corazón de pollo— y a Paquito Martín Moreno, redactor que tiene el sueño húmedo de quemar morenistas vivos en el Zócalo. Eso sí, me parece un exceso que con tal de desprestigiar a Goebbels (decía que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad), me lo quieran comparar con Alazraki, no se vale.
Bueno, también podría pensarse que Faitelson, al llamarle “cab al” aAlazraki, estaba viendo otro partido.
Paquito Martín Moreno tiene el sueño húmedo de quemar morenistas vivos en el Zócalo