La lucha contra la depresión es colectiva
La Organización Mundial de la Salud estima que en 5 % de las personas adultas en todo el mundo viven con alguna forma de depresión, es decir, es un trastorno de la salud mental muy común y se cuenta una importante causa de incapacidad. Para entenderlo de otra forma, hay que decir que por cada veinte personas que conozca una de ellas vive con depresión; por ello el 13 de enero es el Día Mundial contra la Depresión.
La importancia de prestar atención a la depresión radica en su prevalencia así como en sus consecuencias. Como todo padecimiento de salud, la desatención de ella puede traer riesgos, entre los que se enlistan el aumento de padecimientos cardiacos, accidentes cerebrovasculares, el suicidio y la ruptura de redes de apoyo.
Pero también se puede hablar de la prevención que es un aspecto igual de relevante, pues no sólo afecta la calidad de vida de quienes la padecen, sino que tiene afectaciones en el círculo social que le rodea. Por ello no se debe limitar su atención a un enfoque individualista, sino colectivo.
Uno de los problemas a los que se enfrentan las personas con depresión es el aislamiento. Cabe entonces nombrar la importancia de erradicar el estigma sobre la atención a la salud mental, porque para la adecuada intervención es necesario eliminar barreras sociales, aumentar la conciencia y fomentar la comprensión sobre el padecimiento.
Una real prevención requiere construir una sociedad con herramientas que acompañen y no juzguen o castiguen a quienes, por salud, recurran a las terapias que la ciencia ha desarrollado, ya sea por la psicología, la psiquiatría o la farmacología.
Eso se refleja en las acciones cotidianas, desde evitar la normalización de los malestares propios y ajenos, la promoción de la atención, la comprensión de la necesidad de fármacos y el entendimiento de que ninguna terapia alternativa sustituye la atención médica.
Es posible entender, con lo anterior, que la atención a la depresión se trata de un desafío significativo no sólo para las instituciones de atención a la salud, sino también para toda la sociedad desde la comprensión de que, si la salud es colectiva, su cuidado también lo es.