Calladas nos vemos más...
Ainicios del año pasado Shakira abrió puerta a la polémica por el lanzamiento del que fue, también, su éxito musical la sesión con Bizarrap “#53”que se sumó a la lista de canciones en las que la artista hablaba del rompimiento con su ex pareja.
Esta semana la controversia ha rodeado a la cantante Belinda, curiosamente por una canción que se estrenará hasta el 31 de enero; es decir, ni siquiera la hemos escuchado, pero ya hay un revuelo en redes debido a que varias personas usuarias de redes sociales creen que se trata de un tema dedicado a su ex. Aunque todo se trate de especulaciones, hasta este momento, ya ha sido señalada y no es la primera vez que la narrativa sobre sus cierres románticos la acusan de ser la mala del cuento.
En realidad, no se trata de las primeras cantantes ni artistas que se inspiran en los rompimientos de pareja para sus producciones, ni es la primera vez que las mujeres son criticadas por hablar de sus procesos personales.
Sin embargo, es ocasión para observar que los hombres, artistas y cantantes no reciben las mismas críticas. De hecho, las producciones musicales de los hombres hacen muchas referencias a los rechazos que reciben de parte de las mujeres e, incluso, no es raro que hagan apología del delito en ello. Entonces lo
Calladitas solo perpetuamos la impunidad
que parece ser motivo de bulla e incomodidad es cuando las mujeres hablamos de las violencias que vivimos durante las relaciones de pareja que establecemos y en los rompimientos de ellas. Parece que los comentarios aluden al antiguo dicho popular que dice que las mujeres “calladitas nos vemos más bonitas”. Así como sucede con Shakira y con Belinda muchas víctimas de violencia son señaladas socialmente por hablar de las violencias que viven, reciben, además de lo malos tratos, la desacreditación, el estigma y la culpa, lo que dificulta en gran medida el acceso a los mecanismos de justicia para ellas. En un país que cuenta
_ con los altos índices de violencias contra las mujeres los señalamientos necesitan convertirse en validación y empatía que fortalezcan las redes de apoyo para víctimas, porque calladitas solo perpetuamos la impunidad.