Un paso más hacia la salud
El sexenio que concluye cortó de raíz al fragmentado y fallido sistema de salud universal como lo conocíamos y comenzó de nuevo, lo cual implicó, por un lado, centralizar el servicio de salud pública de manera voluntaria por parte de los estados.
El otro gran tema, de disponibilidad de medicamentos en los centros de salud pública, se resolvió a nivel central pero su distribución oportuna sigue emproblemada. No existió planeación coordinada en las compras por parte de los centros de salud pública. Ni mucho menos un organismo central que ejecutara las compras oportunamente. Ni mucho menos una distribución oportuna.
Avanzamos con autorizar que el mecanismo principal central de planeación vuelva al IMSS, que es el que ha tenido más experiencia en periodos anteriores. Y estamos experimentando en corregir las fallas pasadas en la compra y distribución al entregarle a Birmex finalmente la batuta y con las compras generalizadas concentradas físicamente en una megafarmacia.
Ya habiendo tenido el gobierno central la sartén de salud por el mango, la pregunta es: ¿qué sigue?
Por un lado, hay que terminar con la entrega y habilitación de la infraestructura entregada por los estados y ampliarla.
Por otro lado, las mesas de salud impulsadas por Claudia Sheinbaum y lideradas por David Kershenobich, entre otros temas, han apuntado a que lo que sigue es la mejoría en la disponibilidad del servicio, principalmente en regiones remotas del país, pero también en la calidad del ya existente.
Me sucede muy a menudo que alguna persona sin recursos monetarios ni afiliación a seguro alguno, o incluso personas afiliadas, acuden a solicitarme apoyo para sus emergencias en salud. Mi manera de apoyar es gestionar su internamiento a un centro de salud pública y, en la mayoría de las ocasiones, esas personas prefieren acudir a sus familiares o incluso a la usura para obtener dinero y atenderse en un centro privado. No creen en la efectividad del servicio de salud pública.
Lo que sigue en salud es, pues, ampliar el acceso y coordinar eficientemente todo el proceso de atención al necesitado, desde el que sea atendido con eficiencia y calidad hasta que el medicamento esté listo en el momento de hacer la prescripción.
Hay que terminar con entrega y habilitación de infraestructura