La “fatiga de Ucrania” es un desafío para Occidente
A pesar de todos sus logros en la guerra, Kiev solo puede perdurar si recibe el apoyo incondicional y oportuno de las potencias; el financiamiento externo el año pasado fue de 42 mil 500 millones de dólares
En la reunión anual del Foro EconómicoMundial,celebradaenDavos hace dos semanas, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, afirmó que “si alguien piensa que esto solo se trata de nosotros, de Ucrania, está muy equivocado”. En una cena a la que asistí, Dmytro Kuleba, ministro de Asuntos Exteriores, preguntó: “¿Occidente todavía cree en sí mismo?”.
Tanto la afirmación como la pregunta iban al grano. Lo que está sucediendo en Ucrania y lo que le ocurre a ese país desafía los valores y los intereses occidentales. Desafía nuestros valores, porque Ucrania demostró con sus recursos, su sangre y su voluntad el deseo de ser un país libre, independiente y democrático. Desafía nuestros intereses porque, si fuera independiente, podría ser un baluarte contra Rusia. Dado que Rusia, bajo el gobierno de Putin, es la potencia revanchista más peligrosa del continente desde Alemania bajo el gobiernodeHitler,Europaparecesegura de necesitarla.
Dada su historia de corrupción y división y la relación de tamaño entre los dos países, los logros de Ucrania son sorprendentes. Un nuevo país nacerá del fuego.
Muchos, en particular Vladímir Putinysuscompinches,creíanque Ucrania iba a caer en unos cuantos días. De hecho, Rusia ha logrado pocos avances militares desde marzo de 2022. Una vez más, a pesar de la pérdida de territorio, la pérdida de número de efectivos, debido a la emigración, el servicio militar obligatorio, las lesiones y lasmuertes,yloscostosmateriales de librar esta guerra, la economía también lo está haciendo notablemente bien. Eso también puede continuar, siempre que se reciba la ayuda que Ucrania necesita.
A finales de marzo de 2023, el FMI aprobó un programa de Servicio Aplicado del Fondo (SAF) de 15 mil 600 millones de dólares como parte de un paquete de apoyo de 115 mil mdd. Esto incluyó reformas para preparar al país para su adhesión a la Unión Europea.
A pesar de todos sus logros en la guerra, Ucrania solo puede perdurarsirecibeelapoyoincondicional y oportuno de las potencias occidentales. El Centro de Estrategia Económica de Ucrania señala que “cerca de la mitad del presupuesto estatal se gasta en defensa”. Si Occidente desea evitar el colapso de Ucrania o los riesgos de una guerra indefinida, debe proporcionar los recursos que necesita.
Según el Ministerio de Finanzas de Ucrania, el financiamiento externo el año pasado fue de 42 mil 500 millones de dólares. Las necesidades de este año se redujeron a 37 mil 300 millones. El peligro es que, si bien el año pasado el flujo de financiamiento fue rápido y adecuado, ahora se ven pocas probabilidades de que eso sea cierto. La Unión Europea necesita acordar su programa de 50 mil millones de euros esta semana. Si no lo hace, el gobierno ucraniano puede verse obligado a imprimir dinero, tomar préstamos riesgosos a corto plazo o recortar gastos.
Estamos presenciando la “fatiga de Ucrania”; sin embargo, los argumentos para impedir que Rusia destruya Ucrania no han disminuido. El comportamiento y la retórica del gobierno ruso empeoraron. La extensión del control totalitario sobre las regiones ocupadas de Ucrania es horrorosa.
Al final, por supuesto, debe haberpaz,perodebetenerhonor.Eso solo ocurrirá si Rusia se da cuenta de que esta vez no se permitirá que la fuerza tenga razón. Occidente tiene los recursos para garantizar esto. La cuestión es si cree lo suficienteensímismocomoparamostrar su voluntad. De no ser así, el precio puede ser incalculable.