JOSÉ RAMÓN FERNÁNDEZ GUTIÉRREZ DE QUEVEDO Saturno
Nieto de socio, hijo de socio, hermano de socio, marido de socia, padre de dos socios y por supuesto socio del FC Barcelona, mi amigo Lluís con doble ele y al que a partir del siguiente párrafo llamaremos “el socio” para evitarle molestias, ha dicho siempre que el Barça es el único equipo antropófago en el mundo del futbol.
Esta rara especie definida por “el socio” como una organización autodestructiva, ha dilapidado buena parte de su historia peleando por el poder: mociones de censura, convocatorias a elecciones, acusaciones, denuncias, investigaciones judiciales y todo tipo de guerras, grillas y guerrillas entre tribus, grupos y directivos son las que a su juicio han impedido a su club convertirse en el mas ganador de todos los tiempos.
Posición que a su pesar ocupa el Real Madrid, una organización más pragmática dirigida por dos hombres: Santiago Bernabéu con 6 Copas de Europa y Florentino Pérez con 6 Champions League; 12 de las 14 que acumula este equipo.
No es que Florentino haya sido la continuidad de Bernabéu, pero ambos acumulan 56 años en el cargo, casi la mitad de la historia de su club, y entre la finalización e inicio de sus periodos de mandato pasaron solo 22 años y apenas 5 presidentes electos: el modelo por el lado blanco es muy claro.
Por el azulgrana en cambio han pasado 24 presidentes incluyendo varios interinatos y algunas comisiones gestoras desde 1943, año en que fue electo Bernabéu, y 2024, fecha en la que continúa Florentino. Mientras el Madrid es un animal de competencia, el Barça es un animal político.
La última pintura de este canibalismo culé que en los últimos años persiguió tres presidentes, encarceló a uno, tiene denunciado a otro, arruinó al club, lo mantiene hipotecado y echó a Messi, es la renuncia de Xavi, su último heredero.
Como dice “el socio” en referencia al óleo de Goya, pintor aragonés: este Barça es Saturno devorando a su hijo.
Mientras el Madrid es un animal de competencia, el Barça es un animal político