Fragilidad de templo, por daños anteriores
Experto: Sólo se reforzó fracción de cimentación de San Francisco
La Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) reconoció al ministro de la provincia franciscana en México, Juan Manuel Muñoz Curiel, que los cambios y adecuaciones realizadas en el curso de 450 años al templo de San Francisco debilitó su estructura. Por lo cual, para que pudiera afrontar con éxito el paso de la tuneladora y la operación posterior del Tren Ligero, eran necesarios los trabajos de reforzamiento, los que a la postre, no evitaron la aparición de grietas en el inmueble.
El documento emitido por la Dirección General de Desarrollo Ferroviario y Multimodal de la Dirección General Adjunta de Regulación Económica (oficio 4.3.1.-298/2017), el pasado 15 de marzo de 2017, está firmado Juan Manuel Anaya Medina, su titular, y señala que responde a una carta del 9 de marzo emitido por el citado ministro religioso.
“Los trabajos que se vienen realizando en materia de reforzamiento previo al paso de la tuneladora derivado de la construcción del túnel (...) son los indicados por el Instituto de Ingeniería de la UNAM, mismo que funge como perito de esta secretaría, así como del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)”, explica.
“Como es de su conocimiento, el templo de San Francisco de Asís cuenta con más de 450 años de creación y que al pasar el tiempo ha sufrido alteraciones a la construcción original, las cuales han debilitado la estructura de la nave del templo”, lo que movió a la dependencia, asegura, a “realizar los trabajos preventivos para proteger la integridad del inmueble”.
El funcionario enumera las acciones: uno, “reforzamiento estructural: remposteo de muros, inyección de grietas con grapas, consolidación de muros, reposición de elementos de cantera [ornamentales y estructurales], reposición de aplanados, colocación de tensores, reforzamiento de torre campanario colocando zunchos metálicos posterior a la inyección a las columnas”.
Dos, “movimiento de elementos pictóricos [pinturas] e intervención de cuadros”; tres, “apuntalamiento de arcada oriente del templo”; cuatro, “mejoramiento del subsuelo por donde pasará la tuneladora a base de jet grouting (sic)”; cinco, “monitoreo robotizado a partir del mes de enero del año 2017”.
Asegura que estos trabajaos se realizan desde junio de 2016, y que el personal que custodia el templo, que es propiedad de la nación y patrimonio arquitectónico del pasado virreinal de Guadalajara, ha estado informado de todos los detalles tanto por la SCT como por la delegación del INAH y la empresa supervisora LYTSA.
“Le informo que el pasado 13 y 15 de marzo [sic] de los corrientes, se llevaron a cabo reuniones de trabajo con representantes de la comunidad franciscana –padre Sergio Moya-, el equipo de asesores de la orden franciscana –Guillermo Aceves, Sergio Carmona y Alfredo Varela-, personal de la Secretaría de Cultura, inspectores del INAH, supervisión LYTSA, Sener [Secretaría de Energía], Siteur [Sistema Tren Eléctrico Urbano], Protección Civil del estado y municipio de Guadalajara, así como los representantes de esta SCT, con la finalidad de dar respuesta a las inquietudes técnicas que se expresaron en su carta, derivado de los trabajos de reforzamiento”, y se acordó continuar esas mesas de trabajo.
De acuerdo al dictamen emitido por el arquitecto Jorge Fernández Acosta, estos trabajos no fueron adecuados.
El gráfico anexo, elaborado por el experto de la UdeG, lo explica. Lo fundamental es que sólo se reforzó a nivel de cimentación una fracción del templo, lo que aunado a los suelos blandos de la zona, genera presiones y desplazamientos de la estructura. A la larga esto puede ocasionar daños severos, advierte.
Ofrece la dependencia federal mantener mesas de trabajo para aclarar dudas técnicas de la obra