Maite Azuela, Carlos Tello, José Antonio Álvarez Lima
La figura, tan en boga, de los candidatos independientes ha sido adoptada por perfiles tan variados que no es riesgoso afirmar que, entre más ciudadanos anuncian su individualísima intención de candidatearse a la Presidencia, más se banaliza la independencia que dicen envestir. La tentación es alta cuando la confianza en los partidos políticos va en caída libre.
Independiente que niega sus orígenes
Dedica entrevistas, artículos y reuniones para renegar de los partidos que, no solo le garantizaron su casa, vestido y sustento, sino que durante años arroparon sus aspiraciones políticas con garantías efectivas, como ser bien colocado en las listas plurinominales.
Independiente de un día para otro
Era precandidato y el proceso interno del partido lo da por descontado, al día siguiente se despoja del membrete y se asume apartidista. Si percibe que el partido se resquebraja entre sus tribus, olvida su militancia y corre a las filas de los hastiados por la partidocracia.
Independiente que obstaculizó a los independientes
Mientras legisló aprobó candados para dificultar mecanismos de participación ciudadana y avaló porcentajes inaccesibles para registro de candidaturas independientes. Desde su partido operó para impedir cualquier reforma política que redujera los privilegios de la partidocracia.
Independiente que ninguneaba los movimientos ciudadanos
Desde un escritorio redactó tesis formales para burlarse del voto nulo, acusar de revoltosos a los estudiantes del YoSoy132, descalificar protestas, minimizar esfuerzos de sociedad civil organizada para empujar regulación contra la corrupción. Ahora, abandera la utilidad de protestar en una boleta electoral o plataforma digital, invita a líderes juveniles a sumarse a su proyecto y registra organizaciones de sociedad civil para encabezarlas.
Independiente financiado por los dependientes
Acude a citas con empresarios y funcionarios públicos para solicitar que financien su proyecto: promover una agenda alternativa que no ponga en riesgo el entramado del poder. Las garantías de pago son atractivas: fortalecer una agenda empujada por externos que impulsen ideas novedosas pero no cambien nada de facto. ¿Es usted un desencantado de la partidocracia o un indeciso electoral cansado de votar por el menos peor? No se desanime, existe un perfil escaso pero distinto.
Independiente por trayectoria
Su historia demuestra que no responde a intereses de cúpulas políticas, su agenda es innovadora, su financiamiento transparente, su campaña es un movimiento social construido desde las bases y sus actos cotidianos son evidencia de la lucha contra la corrupción.