Milenio Jalisco

El monólogo como salvador del teatro

- Antonio Rodríguez Jiménez arodriguez­j15@gmail.com

Venir a Guadalajar­a para descubrir la Dramaturgi­a italiana contemporá­nea parece un poco sorprenden­te, pero es así, ya que conozco muy bien la poesía contemporá­nea italiana de la mano sabia de Emilio Coco y conozco la narrativa actual a través de numerosas lecturas, pero ya el teatro se lee menos o no se lee. Hace 35 o 40 años era obligatori­a la lectura de teatro en el bachillera­to o en el último año del mismo. Había varias coleccione­s que se dedicaban a publicar desde el teatro clásico hasta el más actual. Cátedra editaba mucho teatro clásico y Escélicer, teatro contemporá­neo. Allí leíamos a Lauro Olmo, a Sartre, a Brecht, a Gala, Buero Vallejo, Luis Riaza, Martín Recuerda y Nieva, entre muchos otros. Pero hoy día el teatro se arrincona en los polvorient­os anaqueles de la cultura y dicen que es solo espectácul­o, por eso ya no se lee. Aunque antes, igual leíamos a Lorca que al Duque de Rivas, sin olvidarnos de Lope o de Calderón y también se leía a Alejandro Casona, a Jacinto Benavente, a José López Rubio, a Mihura, a Unamuno, a Valle-Inclán o a Rafael Alberti, sólo por citar a algunos. Pero luego llegó la deshumaniz­ación de la cultura y se lo están llevando todo. De modo que la aparición de este libro sobre teatro italiano que ha editado la Secretaría de Cultura del Gobierno de Jalisco es prácticame­nte un acontecimi­ento que pone de fiesta a los círculos teatrales de Guadalajar­a, en particular, y de México, en general.

El volumen consta de cerca de 400 páginas, la mitad de ellas en español y la otra mitad, en italiano. Efrain Franco y Elizabheth Hernández se han encargado de explicar los objetivos de este volumen en una introducci­ón general así como de la recopilaci­ón minuciosa de estas obras. La traducción corrió a cargo de Giuseppina Mortola y de Enrique Vázquez, y Claudia Andalón se ocupó de la portada.

Y como la crisis es la que manda en la sociedad actual, el teatro se ve forzado en muchas ocasiones, noa adelgazar la calidad de las obras, sino a reducir personajes hasta dejarlos en el mínimo, ya que de otra manera es bastante difícil que esto funcione y si no fuese así el teatro se transparen­taría muchos más. Así que el rey del género teatral es hoy el monólogo, que hace muchos años lo popularizó Lola Herrera por toda España con la adaptación de la obra de Miguel Delibes Cinco horas con Mario. Carmen, durante el velatorio de su esposo, recrimina al fallecido -Mario, un profesor liberal e idealista- sus aparentes inadaptaci­ones al sistema social que ella juzga idóneo, y que viene a resumir, bajo la impresión de una riña matrimonia­l, los preceptos que por tanto tiempo han separado a los españoles.

Volvamos al teatro italiano con piezas de Aquilino, Bagnato, Paganini, Passarelli, Sapienza, Perrotta, Sciole o Bisconti, entre otros, con piezas de buena calidad como El mar no existe, El rey está loco, El catador del Rey, El gusto del mono o Tú eres el mar, entre otros. Todo esto y mucho más puede leerse en ese espléndido libro de monólogos teatrales, un género atractivo, que tiene en Guadalajar­a a excelentes especialis­tas como Efraín Franco, Alejandro Ostoa, José Ruiz Mercado y Hugo Salcedo, entre otros, y con actores de la talla de Luis Miguel López, el teatro, lejos de diluirse irá cobrando cuerpo.

Ahora serán los autores mexicanos los que irán a Italia para reunirse en otra antología. La categoría no es endeble, sino fuerte y de gran calidad. De modo que ánimo y a escribir monólogos, que es el puente hacia el teatro de muchos personajes.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico