De cómo se ignoró la ayuda estadunidense tras el temblor
Alas pocas horas del temblor del 19 de septiembre, varios grupos de rescatistas extranjeros llegaron a Ciudad de México. Entre ellos, un contingente de alrededor de 70 bomberos especialistas en rescates, proveniente de Los Ángeles y enviado por el gobierno de Estados Unidos.
Los bomberos venían equipados con miles de dólares en tecnología de punta para la búsqueda de personas. Junto con ellos venía una brigada de media decena de expertos en seguridad de estructuras.
Durante los cinco días que estuvo aquí el contingente estadunidense, solo una vez estuvo en las inmediaciones de un derrumbe: cuando se le pidió posar para las cámaras junto a la embajadora Roberta Jacobson, quien, debe decirse, participó mucho más que varios funcionarios mexicanos en el trabajo de rescate.
El resto del tiempo, los bomberos, muchos de ellos latinos que hablan español, y que se ofrecieron como voluntarios al saber de la tragedia en México, estuvieron acuartelados en un campamento afuera del Palacio de los Deportes.
Pero no fue su culpa. Ellos querían ayudar. Simplemente, la Secretaría de Gobernación, que coordinaba las actividades de rescate del gobierno federal, nunca les dio un trabajo que hacer. El gobierno mexicano aceptó ayuda internacional y después la desperdició.
Los bomberos y los especialistas, al no tener ninguna misión, se dedicaron, entonces, a revisar los domicilios particulares del personal de la embajada, a la espera de que Segob los llamara para ayudar. Se quedaron esperando.
Cuando terminó su comisión, el gobierno les dio una despedida de héroes. Pero ellos se fueron molestos: vinieron para nada. Esto según fuentes de primera mano que trabajaron con el personal estadunidense.
California, el estado con más migrantes mexicanos, y uno de los aliados que más necesitamos frente a Donald Trump, fue tratado como plato de segunda mesa. Y, de paso, se perdió el conocimiento y la tecnología que tanto hubiera servido tras el temblor.
¿Por qué? Solo la Secretaría de Gobernación sabe.