SE AGOTA CRÉDITO VS INUNDACIONES
SIAPA: Solo hay dinero para obras en Arcos del Milenio y El Deán
Las buena noticia es que habrá ya una solución “casi definitiva” –la naturaleza no tiene palabra de honor- para los anegamientos en el paso vial deprimido de la glorieta de Abastos, mejor conocida hoy como Arcos del Milenio, y que avanzará un poco la amplísima infraestructura que necesita la cuenca que drena hacia el vaso de El Deán –sus parteaguas son los cerros del Cuatro y Santa María- para mejorar el manejo de su agua pluvial. Enero de 2018 es el banderazo para comenzar esos proyectos.
La mala es que con esto se acabó el dinero del crédito que contrajo el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), de 800 millones de pesos.
La deuda queda así para el organismo operador, y no para los ayuntamientos de Guadalajara, Zapopan y Tlaquepaque, que son, en orden descendente, los principales beneficiarios de este paquete de obras, en el que su tarea se limitó a “socializar” entre los vecinos, a veces con costos accidentados y con grupos opuestos cuyas acciones jurídicas permanecen.
“La ejecución del resto del Programa de Manejo Integral de Inundaciones [PIMI] ya no es posible con dinero del SIAPA, estamos a la espera de que se desatoren recursos federales, y que el gobierno de la república nos tome lo ya invertido como parte de un ‘peso por peso’ que nos dé recursos para una segunda etapa”, señala el director de la empresa paraestatal, Aristeo Mejía Durán.
“Pese a todo lo que se ha dicho, debe quedar claro que todo lo que hemos venido realizando de obra tiene fundamento en el plan integral, con un análisis detallado, no se trata de caprichos de inversión, y sin duda, es una manera de reinsertar el territorio en el propio ciclo del agua, provechando los espacios de que se disponen para ajustar la infraestructura; en general se está mejorando la conducción del agua y eso a la larga va a permitir resolver los problemas más graves asociados con las lluvias intensas que son patrón típico en el área metropolitana”, secundó el director técnico del mismo organismo, Alejandro Gutiérrez Moreno.
“Debe quedar claro el porqué de estas obras; en los planos que tenemos se ve que es necesario que se realicen para comenzar con la mitigación; preguntan, ¿y por qué no quitas el agua en las partes altas de las cuencas?, y todo tiene su razón de ser, iniciamos con la ampliación de El Deán, hicimos que todas las aguan que incidían ya no llegaran y afectaran a los vecinos, sino que se quedan en el vaso ampliado que las regula, pero evidentemente no es el final del proyecto, tenemos que completar colectores, y en las partes altas están programadas diversas retenciones, seis vasos que correrán a cargo de los urbanizadores, porque, debo insistir, estamos garantizando que los nuevos fraccionamientos no nos aporten más carga de agua, es de retención completa e infiltración, o sea, sí lo estamos haciendo, pero se debe comprender que es un plan muy grande y que cuesta diez tantos más de lo que estamos por terminar de invertir”, subrayó Mejía Durán.
En particular, el caso de El Deán, uno de los más polémi-
Los proyectos pretenden reducir los escurrimientos con obras que los desvíen Para abril del año próximo se deben tener terminadas las dos obras previstas