#IRACUNDOyDESNUDO
H a trascendido que cuando el patán y palurdo mercader neoyorquino sicofante de la política presidente Donald Trump, quien para infortunio del mundo es desde el 20 de enero de 2017 presidente de Estados Unidos, conoció los avances del libro denominado Fuego y
furia en la Casa Blanca, que fueron recientemente publicitados, arremetió fúrico contra Steve Bannon quien fue uno de sus más cercanos e importantes impulsores, exdirector de estrategia de la Casa Blanca y espetó: “No sólo perdió su empleo sino que también perdió la cabeza”. Bannon había sido citado en dicho texto del famoso libro presentando una visión altamente negativa sobre la reunión que convocó Donald Trump Jr, en la Trump Tower en junio de 2016 con una abogada rusa, citándose que dijo: “aún si tu pensabas que la reunión no era una traición y antipatriota… y yo pensaba todo eso, al menos debiste haber llamado inmediatamente al FBI”, lo que es bocado de cardenal para Robert Mueller el fiscal especial en la posible colusión ilegal de Trump con el gobierno de Rusia.
Lo cierto es que durante 18 meses el periodista Michael Wolff tuvo un acceso privilegiado a Trump, a su familia y a las entrañas de la Casa Blanca. Wolff, de 64 años ha escrito para la revista Vanity Fair, los periódicos The Guardian, Hollywood
Reporter y USA Today, y desde el inicio de la campaña presidencial del payaso lenguaraz se propuso escribir un libro sobre el magnate para lo cual realizó más de 200 entrevistas, ente ellas muchas incluso a Trump, su familia y sus más cercanos colaboradores, incluyendo al tal Bannon. Lo que a todas luces aconteció es que Trump y sus más cercanos colaboradores supusieron que sería una reseña muy positiva, más el texto hace revelaciones comprometedoras que ridiculizan a Trump, su equipo más próximo y su familia, por ejemplo, una conversación de la propia ‘niña de los ojos’ de Trump, su hija Ivanka con su marido Jared Kushner, asesor especial del presidente, que dicen: “si hubiese una oportunidad en el futuro, ella sería quien se lanzaría a la presidencia (o la primera de los dos en intentarlo). La primera presidenta mujer -insistía Ivanka- no sería Hillary Clinton, será Ivanka Trump”. El mandatario intentó frenar el demoledor libro, más la editorial adelantó la publicación que remarca la imagen del tal Trump como un sujeto caótico que gobierna desequilibradamente movido por impulsos y no por el raciocinio. La editorial llamada Henry Holt & Company, publicó anticipadamente el libro como respuesta a las insanas presiones del polémico magnate metido a político.
Fuego y furia en la Casa Blanca no tirará a Trump de la presidencia, pero sí afectará su gobierno. Hay que recordar que el tal Trump acabó el año 2017 habiendo logrado una reforma fiscal con rebaja de impuestos a los más adinerados y justo cuando se publicaron los avances del libro, la Casa Blanca había dado a conocer una agenda legislativa muy ambiciosa contemplando nueva ley de salud pública, un programa multimillonario de infraestructura y las reformas de migración y de bienestar social, pintando a Trump preparando ya su intentona de reelección en 2020.
El libro viene a retratar la realidad de Trump como un amateur con grave inmadurez emocional. Lo que simplemente se dice es que el ya famoso libro de Wolff no es sino una reiteración clara de lo que es y cómo piensa alguien con un desequilibrio e inmadurez como lo es Trump, quien a la vez reviró diciendo: ‘Soy un genio muy estable’, al referirse a su salud mental y abundó: “Ahora que esa colusión rusa, después de un año de intenso estudio, se ha probado como un engaño total al pueblo estadunidense, los demócratas y sus perritos falderos, los grandes medios de falsas noticias, están sacando el viejo manual de Ronald Reagan y chillando estabilidad mental e inteligencia” y fue más allá al señalar: “Realmente, a lo largo de mi vida, mis dos grandes activos han sido la estabilidad mental y ser, como, realmente listo. La deshonesta Hillary Clinton también jugó estas cartas muy fuerte y, como todo el mundo sabe, se fue abajo en llamas, pasé de muy exitoso hombre de negocios, a estrella de la televisión, a presidente de Estados Unidos”.
Wolff sostiene en su obra, que el objetivo de Trump en la campaña electoral de 2016 no era llegar a ser presidente, sino potenciar su marca.
Ya el pasado febrero, un grupo de 35 psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales envió una carta al periódico The New York Times en la que mostraba su preocupación por “la inestabilidad emocional” de Trump, que lo “incapacita para servir de manera segura como presidente”. Sus palabras y su comportamiento sugieren una profunda incapacidad para empatizar. Lo cierto es que el tema de la estabilidad emocional y la posible falta de lucidez global del payaso lenguaraz ha sido, es y será un debate que seguramente le acompañará toda su gestión, quedando ahora aún más clara su severo problema de trastorno de la personalidad y el grave riesgo en que el orbe está inmerso ya que el mandatario tiene a su alcance provocar caos mundial y nuestro México es la nación que más peligra por alguna acción insensata del desquiciado y prepotente personaje.