ENTRE BANDA Y REGGAETÓN
Meade ofrece, en Tala, reformar al campo
Los últimos priistas en llegar a la Planta de Tajín tuvieron que caminar desde la carretera del camino al Carrizo Industrial en Tala hasta el toldo que se instaló en el espacio verde. Personas de la tercera edad también tuvieron que caminar sobre la terracería y al final del camino ya se alistaban los vendedores de rusas. José Antonio Meade visitaría el estado.
Una camioneta tipo Lobo llegó al punto de reunión y de ella bajó Meade, precandidato del PRI a la presidencia, acompañado de Héctor Padilla, secretario de Desarrollo Rural del gobierno de Aristóteles Sandoval. Ante el frenado de la comitiva que incluía más de tres vehículos, alguna veintena de jóvenes con una camisa con la palabra “Chepe” lo recibían.
Con la llegada del precandidato comenzó a tocar la batucada, luego banda y el reggeaton. Las selfies y porras fueron parte del recorrido que hizo el ex secretario de Hacienda para poder llegar al estrado.
“A usted es al único precandidato que apoyamos” afirmó la priista Claudia Delgadillo, quizá olvidando que Meade es el único apuntado por el PRI. El motivo del encuentro entre Meade y priistas de Jalisco fue el Foro Puntos de Encuentro: Por un Campo Próspero.
Entre la lista de solicitudes para beneficio del campo, Eduardo Orihuela Estefan, presidente de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), pidió sean fortalecidos los instrumentos a productores, cuidado del agua, modernización del campo, inversión a maquinaria y que los trabajadores del campo obtengan mayores recursos.
Oswaldo Chazaro de la Confederación Nacional Ganadera dijo que se necesitaban actualizar “los programas (públicos) y de ser necesario el marco jurídico para mejorar condiciones y que haya prosperidad para todos los productores en los distintos eslabones de las cadenas de valor”.
Los discursos de los participantes eran interrumpidos por la gente que iniciaba porras que tomaban un giro de competencia por saber cuál municipio se escuchaba más. Para otros, los discursos parecían aburridos y por eso había bostezos y gente dormida. Una mujer adulta aprovechó todo el evento para hacer algo con un hilo que salía de su bolso.
Meade habló 17 minutos y prometió una reforma en el campo, basada en las ideas expresadas en las peticiones.
Se terminó el evento, quienes alcanzaron estacionamiento tenían su auto a unos pasos. Otros regresaron por la terracería y bajo el sol de las dos de la tarde.
Por 17 minutos habló de una reforma al campo “con ideas claras”, que lo transforme