Cien años de soledad, una obra de escritura colectiva
LIBRO CONMEMORATIVO DE LA NOVELA DE GARCÍA MÁRQUEZ El autor cuenta la forma en que participaron en ella Pacheco, Monsiváis, Melo y Mutis, entre otros, según una entrevista de Elena Poniatowska
Continúa el festejo por el medio siglo de Cien años de soledad: aparece en librerías un volumen con artículos, documentos, fotografías, correspondencia inédita y textos de autores como Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa y Álvaro Mutis, que dan cuenta de historia del clásico de Gabriel García Márquez.
A cincuenta años de Cien años de soledad, contexto, correspondencia y recepción presenta imágenes, anécdotas y testimonios sobre una obra que rejuvenece desde su publicación el 6 de junio de 1967.
La recopilación es fruto de la cooperación entre la Universidad de Guadalajara, ediciones El Equilibrista y el Ministerio de Cultura de Colombia; consta de 342 páginas, con un desfile de textos de premios Cervantes latinoamericanos, como los mexicanos Carlos Fuentes (1987), José Emilio Pacheco (2009) y Elena Poniatowska (2013), el peruano Mario Vargas Llosa (1994) y el colombiano Álvaro Mutis (2001), que rinden homenaje a Gabo, quien, irónicamente nunca recibió el máximo galardón de la lengua española, aunque sí el Nobel.
Uno de los aspectos más relevantes del volumen coordinado por Sara Alfonso y Nicolás Alvarado es la correspondencia inédita entre Fuentes y García Márquez, que aportó a la edición Gustavo Arango, de la Universidad Estatal de Nueva York, quien ha escrito que esas cartas muestran la influencia del mexicano en la novela.
García Márquez, en declaraciones citadas por Poniatowska de una entrevista que sostuvo con el colombiano, prácticamente confiesa que Cien años de soledad es una obra colectiva, que no pudo ser posible más que with a little help of my friends, para una canción de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, álbum de los Beatles que en junio del año pasado, cinco días antes que la novela de Gabo, también cumplió su medio siglo. “...No podía detener mi escri- tura para ponerme a estudiar alquimia; entonces escribía inventándolo todo y en la noche buscaba libros o leía los que los amigos me habían conseguido, e incorporaba los datos que allí encontraba, pero lo que me resultaba curioso es que yo no estaba equivocado o lejos de la verdad en mis invenciones. La obra me llevaba a tal velocidad que yo no me podía parar y a partir de ese momento se creó una especie de equipo solidario alrededor del libro y todos mis amigos me ayudaron. Yo le hablaba a José Emilio Pacheco: ‘Mira, hazme el favor de estudiarme exactamente cómo era la cosa de la piedra filosofal’, y a Juan Vicente Melo (quien era médico dermatólogo además de escritor) también lo ponía a investigar propiedades de plantas y le daba una semana de plazo…
“(...) Cuando yo llegué en 1961, el grupo que estaba en Difusión Cultural de la Universidad: Pacheco, Monsiváis, Juan García Ponce, Juan Vicente Melo, y por otro lado, Jomí García Ascot y Álvaro Mutis, trabajaron para mí —y se ríe—. No solo no lo sabían entonces, sino que tengo la impresión de que no lo saben todavía”, comentó García Márquez a Poniatowska sobre su novela, gestada rumbo a Acapulco, en el texto que la periodista incluye en el volumen y que corresponde a su discurso pronunciado en Austin, Texas, en la inauguración del Archivo Gabriel García Márquez.
El libro está estructurado cronológicamente en tres partes: la aparición, en 1952, del primero de sus bocetos; el proceso de escritura y publicación, de 1965 a 1967, y el premio Nobel de Literatura, en 1982.
La publicación, subraya David Medina Portillo, también rememora el entorno literario y cultural en México, en donde se gestó Cien años de soledad, así como el recibimiento de la novela. Incluye dos apartados, uno testimonial y uno documental con una importante sección de correspondencia con Francisco Porrúa, Plinio Apuleyo Mendoza, Mario Vargas Llosa y, en particular, Fuentes.
Sobre la recepción de la novela escriben Fuentes, Vargas Llosa, Mutis, Pacheco, García Ascot, Emmanuel Carballo, Juan Villoro, Christopher Domínguez Michael, Jorge Volpi, Álvaro Enrigue y Rosa Beltrán; sobre el Nobel, Carlos Monsiváis, María Luisa Mendoza y Plinio Apuleyo Mendoza.
Volumen de imágenes, correspondencia inédita y testimonios de Carlos Fuentes y Vargas Llosa