Nunca más
En la estela de la masacre en Parkland, Florida, el activismo de jóvenes como Emma González y David Hogg, entre otros, ha logrado reanimar el debate sobre la venta y uso de armas de fuego en Estados Unidos. Vi con tristeza cómo nada cambió después del brutal asesinato de 20 niños en Sandy Hook. Hoy celebro, con cautela, como algo parece estar cambiando después de la ejecución de 17 estudiantes y maestros en la escuela Marjory Stoneman Douglas.
Estos adolescentes han tomado con lucidez y claridad control de una discusión abandonada por los adultos que los representan en Washington. Se paran frente a las cámaras para articular ideas con la naturalidad que solo una generación acostumbrada a interactuar a través del video puede lograr. Así activaron la iniciativa Nunca Más. Dominando la narrativa sobre la masacre en su escuela, repartiéndose las entrevistas y declarando con disciplina su propósito común: la aprobación de leyes que prohíban la venta y el uso de armas de guerra. No están solos, con el apoyo de estudiantes en todo el país, maestros y padres de familia, han advertido que abandonarán las escuelas hasta que se produzca legislación o se presenten renuncias.
Han llevado sus demandas desde los medios sociales hasta las escaleras del capitolio estatal en Tallahassee y la Casa Blanca, donde Trump se reunió con víctimas de esta y otras masacres prometiendo “hacer algo para ayudarles”. Todo esto mientras organizan una gran marcha nacional en Washington D.C. programada para el próximo 24 de marzo, “La Marcha Por la Vida”.
El presidente Obama decía que la historia no se mueve en línea recta, sino en un zigzag, por lo que es importante poner atención a las tendencias y a las actitudes que las nuevas generaciones han mostrado al encabezar movimientos dedicados a resolver la violencia de género, el cambio climático, la inmigración y ahora el control de armas. Me too, La marcha por el planeta, DACA y Nunca Más, todas son iniciativas impulsadas por jóvenes. Su participación ha precipitado los cambios más importantes de la historia y promete hacerlo también en este caso.
Hace una semana escribía que nada iba a pasar después de Parkland. Parece que afortunadamente estaba equivocado.