Corrupción: detrás de campañas
A la corrupción se dedicó la primera de las mesas de análisis del seminario
¿Y ahora qué? México ante el 2018, un problema cuya dimensión abarca desde el ámbito político electoral hasta la desaparición involuntaria de personas, dos temas que han movido a la opinión pública inmersa entre el debate de candidatos presidenciales y el asesinato de tres estudiantes de cine a manos del crimen organizado, ambos ineludibles de citar ayer.
Eduardo Bohórquez, director del organismo no gubernamental Transparencia Mexicana, expuso que la corrupción se genera en las campañas políticas, financiadas con dinero de empresarios que luego presionan por contratos. Estos financiadores se auto consideran “filántropos de la democracia”, emuló, cuando son “inversionistas”.
“Todos los escándalos que se han revelado en las entidades federativas tienen un componente que tiene que ver con el financiamiento ilegal de la política, absolutamente todos. Es un ciclo continuo: inviertes en la campaña, te cobras en el gobierno; vuelves a invertir recursos públicos durante el gobierno para permanecer en el poder. Ese círculo perverso no sólo daña la democracia, sino que hace difícil que veamos una salida del túnel”, recalcó.
María Amparo Casar, presidenta ejecutiva de la asociación civil Mexicanos contra la Corrupción, explicó por su parte que existen fuertes incentivos económicos para formar redes de corrupción en el país.
“La corrupción en México es un fenómeno, una práctica o conjunto de conductas sistémicas, no sólo porque la encontramos en los sectores social, privado o público; es sistémica porque lo toca todo y alcanza un nivel de norma social. Si te apartas de esa norma social eres mal visto y pierdes posibilidades de avanzar en tu vida cotidiana”, destacó.
El periodista Diego Petersen Farah opinó que la delincuencia actúa con impunidad, lo cual permite que ocurran casos como el de los tres estudiantes de cine. “El gobierno no puede evitar que cualquier persona, un loco o criminal, haga un acto y mate a una persona. El Estado debe de asegurarnos que el acto no quede impune, porque cuando queda impune empieza la carrera de la corrupción. Se calcula que en 800 de los dos mil municipios del país hay control del crimen organizado”, refirió.
En un punto convergen los intereses electorales y delincuenciales: el botón de muestra es que han asesinado a 80 candidatos en México durante el presente proceso electoral.