Tuvieron nutrida Velada Cultural con chubasco
Simpatizantes de MORENA se reunieron en Plaza de la República
Ni la fiera tormenta, ni el fuerte viento implidieron que cerca de 2 dos mil personas asistieran a la Velada Cultural que simpatizantes de MORENA realizaran ayer en la Plaza de la República”. Así es como resumió el acto Jorge Souza, colaborador de MILENIO JALISCO y organizador del mismo. El poeta se congratuló de que hubieran asistido integrantes de la comunidad cultural tapatía como Sergio Garval, Martha Pacheco, Víctor Hugo Pérez y Eugenio Partida.
Con elementos escénicos como una silla de montar, artesanía tonalteca y wixárica, la lectura de poemas y sus respectivos comentarios corrieron a cargo de Beatriz Gutiérrez Müller, Karina Navarro de Lomelí, Ave Barrera, Patricia Medina y Sofía Cham.
La lectura se intercaló con números de ballet folclórico e intervenciones musicales por parte del dueto Café y Tabaco que interpretaron temas como Coincidir de Alberto Escobar.
La velada que comenzó poco después de las 18:00 horas tuvo que finalizar cerca de las 20:00 horas debido a que la lluvia azotó el gran toldo que se extendió desde el inicio de la Plaza de la República en avenida México a la altura de Pedro Buzeta hasta el cruce con la calle y Alfredo R. Placencia.
Gutiérrez Müller leyó textos de Marcelino Dávalos y Hugo Gutiérrez Vega, mientras que Karina Navarro de Lomelí leyó un poema de Nezahualcóyotl. Patricia Medina leyó varios poemas propios al igual que Sofía Cham y Ave Barrera un texto de Alejandra Pizarnik.
Además de las sillas para el público, el toldo albergó una exposición con obras de José Luis Malo y Folé, también hubo puestos de artesanía, agua fresca y alimentos.
Autora de Viejo siglo nuevo y Dos revolucionarios a la sombra de Madero, Gutiérrez Müller hizo varios comentarios a lo largo del acto. El primero con el que inició fue: “Es muy motivante estar con personas que quieren escuchar cosas diferentes. Las veladas... son una tradición que queremos recuperar. Las velas encienden los espacios, pero también las mentes y los corazones. Las veladas las necesitamos para abrir los ojos bien ante todo lo que nos sucede, todo lo que sentimos y todo lo que podemos transformar”... Ante tales palabras el público aplaudió y se mantuvo atento al desarrollo del evento. Orso Arreola, hijo del ilustre jalisciense Juan José Arreola presentó su libro ayer como parte de la inauguración de la edición 50 de la Feria Municipal del Libro de Guadalajara. El acto se realizó en la Presidencia tapatía. Mayor información en www.issuu. com/feriamunicipalgdl/docs/programa_feria_libro_ . Foto: Cortesía a obra fílmica del veracruzano Ernesto Contreras empezó en 1997 con un buen número de cortometrajes; siguieron programas y series para televisión, el largometraje documental Seguir siendo: Café Tacuba y las películas de ficción Párpados azules, Las oscuras primaveras y Sueño en otro idioma, su más reciente largometraje de ficción que se estrenó en el FICG 2017 y llegó a la cartelera nacional en abril del 2018 con 150 copias. Al igual que sus anteriores ficciones Sueño en otro idioma está basada en un guión de su hermano Carlos y tanto la historia como los temas, la estructura y el entorno geográfico y cultural del filme muestran un intenso y profundo trabajo de investigación, guión, producción y realización de los hermanos Contreras con expertos de las culturas y lenguas indígenas de México. El resultado es un filme complejo que convence por la anécdota, los personajes, temas y una estética que logra entrelazar épocas, etnias y lenguas de un país diverso, multicultural y multilingüístico.
La anécdota de los ancianos Isauro y Evaristo que no se dirigen la palabra por sucesos que ocurrieron hace cincuenta años, forma el hilo narrativo central del filme. Los dos hombres podrían seguir enemistados hasta su muerte si no fuera por Martín, un joven lingüista que llega a la región para registrar la voz de los últimos hablantes y sobrevivientes de una lengua nativa. Los esfuerzos de Martin para reunir y grabar un diálogo entre los viejos revela pieza por pieza los motivos de su larga enemistad y la creencia que como jóvenes se pelearon y lucharon por el amor de una joven. Los recuerdos de la vieja Jacinta y los flash back del filme revelarán acontecimientos que los dos viejos y algunos habitantes de la región han reprimido durante decenios.
Interesante que el guión no sólo se estructura a través de dos épocas sino también construye a los personajes y sus relaciones a través de un diálogo de dos: Como viejos y jóvenes Isauro y Evaristo se muestran al mismo tiempo como dos polos opuestos pero unidos por un lazo secreto que atraviesa tiempo y espacio. La vieja sabia Jacinta - interpretada por la actriz nayarita Mónica Migueltiene su contraparte en la joven nativa que colabora con Martín, el lingüista citadino. Al igual que la sabia Jacinta, la selva veracruzana sirve de escenario y mediadora entre dos épocas y culturas mexicanas.
Es importante agregar que la lengua Zikril que está por extinguirse fue diseñada específicamente para el filme. Ernesto Conteras comentó en una entrevista para Sin Embargo que “en un inicio se pensó tratar una lengua existente, pero el no querer usurparlas, se decidió que el lingüista Javier Valdez diseñara una nueva lengua, cuidando que cumpliera con los requisitos necesarios para que pareciera legítima”. El profundo trabajo de investigación que crea un filme que respira autenticidad, no sólo se agota en la lengua artificial sino que se extiende a los elementos mágicos que forman parte del entorno y la cultura, la dirección de arte y la fotografía entre luminosa y oscura del cinefotógrafo Tonatiuh Martínez y la música de Andrés Sánchez.
La lengua Zikril, la anécdota de los dos viejos enemigos y el joven investigador de lenguas nativas construyen la historia pero no son los tema e inquietudes de base del filme. El guión y la dirección de los hermanos Contreras revelan personajes y sociedades que se ven forzados a reprimir sus deseos, retirase al aislamiento y la soledad que los enajena del entorno y la comunicación con los demás. De esa manera el lenguaje – y con él un idioma – ya no sirven para el diálogo sino que están condenados a morir. Sueño en otro idioma nos recuerda no sólo la situación precaria de las lenguas nativas de México y el aislamiento de los pueblos indígenas sino también la preocupación por la represión de la diversidad y libertad de vivir los sueños en todos los idiomas existentes.