Sexoservidoras denuncian acoso policial
Las amenazan y piden dinero en el Parque Morelos
Las trabajadoras se manifestaron en la CEDHJ para solicitar medidas cautelares
Vestida de mujer, la Choco tiene 22 años ofreciendo sus servicios sexuales en el Parque Morelos, donde de tanto en tanto llegan operativos policiales. La mayoría de las veces, para obtener dinero a cambio de dejarlas trabajar. El jueves pasado acudieron policías a retirar a mujeres y hombres. La transgénero cuenta que la apartaron a un predio baldío cercano, junto con el cliente con el cual “solo conversaba”. Le esculcaron la bolsa y le encontraron condones, por lo que presumieron que ejerce la prostitución y la amenazaron, señalando que ya la conocen. Se llevaron el poco dinero que tenía.
A su cliente le fue peor: le despojaron de billetes y credenciales, incluida la tarjeta de estacionamiento, por lo que no pudo sacar su carro del aparcadero. Ayer la Choco venció el temor y se sumó a la veintena de sexoservidoras que se presentaron ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) para exigir al organismo defensor que emita medidas cautelares que garanticen su integridad física, seguridad personal y derecho al trabajo.
Lo anterior luego de que este lunes, por segunda ocasión en menos de una semana, fueran hostigadas nuevamente por parte de policías de Guadalajara y de un agente de la Fiscalía General del Estado.
Tras esperar 35 minutos, pues la CEDHJ se sumó al macrosimulacro de evacuación que tuvo lugar en edificios públicos de la ciudad, con Elvira Madrid, presidenta de la Brigada Callejera “Elisa Martínez”, AC., a la cabeza, fue recibido por el director de Quejas del organismo, Luis Arturo Jiménez.
Madrid señaló que a pesar de la queja interpuesta el viernes pasado por las sexoservidoras, volvieron a ser hostigadas por elementos policiacos, quienes en dos momentos, hacia las 3 y las 5:30 horas de la tarde de este lunes, fueron a retirarlas. En el primer arribo a muchas les revisaron sus pertenencias y las amenazaron con detenerlas “por cometer un delito”.
La activista aclaró que la prostitución no es un delito y que si bien se “habían calmado un tiempo”, la amenaza de la policía es una constante en contra de las sexoservidoras más vulnerables: las que se encuentran en la calle, y no ocultas bajo los nuevos modelos de comercio sexual, esos que sí esconden la trata de personas y otros delitos, dice.
“En el Parque Morelos son más de 150 trabajadoras sexuales y unos 25 son hombres”, señaló la entrevistada, quien afirmó que son mayores de edad y no trabajan para ningún padrote.
“No hay sueldos dignos, no hay trabajo, y cada quien es dueña de su cuerpo”, argumenta en defensa del trabajo sexual que desempeñan en el Parque Morelos. Las sexoservidores asienten: son todas mexicanas, oriundas de Guadalajara la mayoría, de algunos municipios jaliscienses como Poncitlán y de estados como Sinaloa. La Choco es tapatía.
Quejas
El director de Quejas afirmó que la CEDHJ sí emitió una medida cautelar en favor de las dos ciudadanas dedicadas al trabajo sexual, quienes presentaron su queja el pasado viernes. Esta medida fue aceptada por el comisario y jefe de la Policía Preventiva de Guadalajara, Mario Alberto Martínez. Sin embargo, ante el malestar, propuso que presentaran nuevas quejas por los hechos del lunes para documentar los casos y emitir medidas cautelares de manera general.
Elvira Madrid denunció un posible acuerdo conciliatorio entre la CEDHJ y el gobierno municipal de Guadalajara, lo que el director de Quejas dijo desconocer, pues su labor es turnar la queja. La presidenta de Brigada Callejera reviró repartiendo responsabilidad a la Policía municipal, a la Fiscalía y la propia CEDHJ “de cualquier represalia contra las compañeras” y también lamentó que la Fiscalía tuviera acceso a los nombres de las agraviadas.
Berenice, una de las sexoservidoras que presentó la queja el pasado viernes, indicó que un elemento de Fiscalía acudió este lunes al Parque Morelos a hacer preguntas por una supuesta investigación de campo y la amenazó cuando ella se negó a responder qué acciones pensaban tomar. “Tu pusiste la queja… No te hagas pendeja”, le dijo, ubicándola con nombre y apellido.
Las sexoservidoras se retiraron del lugar tras presentar quejas en forma individual y con la promesa de que se emitirían medidas cautelares en su favor. “Lo único que queremos es trabajar, no molestamos a nadie, los vecinos ya saben, desde hace 130 años que se ejerce el trabajo sexual en el Parque Morelos”, concluyó la activista que labora en la Brigada Callejera desde 1990 con defensoría en 27 estados del país.
En el Parque Morelos hay más de 150 trabajadores sexuales, de los cuales cerca de 25 son hombres