¿Cómo estábamos a esta altura en otras elecciones?
Si bien los escenarios son diferentes (ninguna de las tres elecciones presidenciales previas contaron con una renegociación del principal acuerdo comercial como es el TLC), lo cierto es que siempre es interesante recordar el entorno que prologaba la elección.
Me puse a revisar algunos datos desde la elección que ganó Vicente Fox hasta la última del regreso del PRI al gobierno federal.
Dentro de las variables más sensibles en tiempos electorales, por orden de aparición están:
El tipo de cambio:
Según los analistas de Banco Base, en las pasadas tres elecciones presidenciales el peso se depreció alrededor de 10 por ciento entre el punto más bajo del tipo de cambio entre el primero y el segundo trimestre. En enero de 2000, el dólar cotizaba a 9.59 pesos y subió hasta 10.13 pesos; en 2006, de 10.44 en enero subió hasta 11.51 pesos por dólar a fines del segundo trimestre y en 2012 cotizaba 13.04 pesos en enero y terminó junio a 14.59.
Sin embargo, el panorama pinta mejor este 2018: de la cotización por dólar a 19.24 pesos de enero a los 20.09 de ayer, la depreciación es de solo 4.4 por ciento, aun y con la incertidumbre de cuándo se resuelve la renegociación del tratado y los reiterados anuncios proteccionistas de Donald Trump.
La inflación:
A pesar de que este año arrancamos en enero con la inflación más alta para un mes similar desde 2009, 5.55 por ciento anual, lo cierto es que, como anticipó Banco de México, las cifras se comenzaron a actualizar a la baja y el período abril-mayo la inflación promedio anual es de 5 por ciento. A estas fechas en 2012 era de 4.11 por ciento, 3.63 por ciento en 2006, mientras que en 2000 rozaba 9.5 por ciento.
El mercado bursátil/ BMV:
El 26 de junio de 2000, el IPC sumaba 6,948.33 puntos en una jornada muy volátil. Seis años exactos después, en 2006, el IPC marcó 18,491 puntos y en 2012 la misma fecha cerró en 39,339. Ayer el cierre de la Bolsa anotó el mejor dato de las últimas elecciones con 46,908 puntos.
Según Citibank, el mercado bursátil mexicano se mantiene atractivo para los inversionistas extranjeros al lograr deslindarse de la tendencia de los demás emergentes que continúan reaccionado a la normalización de la política en EU y a sus decisiones de proteccionismo comercial.
Hace unas horas Jaime Cortina, director de Operaciones y Sistemas de Pago de Banxico, afirmaba que los mercados no se verán afectados por una potencial victoria de Andrés Manuel López Obrador, ya que la victoria está descontada desde hace mucho tiempo.
Lo cierto es que más allá de las encuestas, de las elecciones y hasta de la renegociación del TLC, México está demostrando ser un país institucional y menos volátil que otros vecinos de la región incluso más lejanos a los avatares y presiones del nuevo orden que impone Estados Unidos.