Chávez asegura que sacrificó lo electoral por un mejor futuro
Izcalli Fuentes Susana Ochoa
El alcalde tonalteca señala que logró equilibrar un barco a la deriva
Tonalá termina otra administración trianual. Su presidente municipal, Sergio Armando Chávez Dávalos, consideró ayer, al presentar su tercer informe de actividades, que ha encabezado una administración “decente” y que se ha regido por una famosa sentencia nada menos que del premier británico Winston Churchill, el famoso León que afrontó a Hitler en la ‘batalla de Inglaterra’: “el político se convierte en estadista cuando se pone a pensar en las siguientes generaciones y no en las siguientes elecciones”.
Algo habrá hecho bien por aplicar esa máxima, pues su partido, el Revolucionario Institucional, perdió la alcaldía del que constituye históricamente el municipio más rezagado del área metropolitana de Guadalajara. Sea porque se asumen costos políticos de las clásicas medidas “impopulares pero necesarias”, sea porque el electorado no se convence de que esa oferta política deba continuar. Lo cierto es que el alcalde saliente subrayó las notables dificultades financieras en que recibió la comuna de manos de su correligionario, Jorge Arana Arana, y cómo debió apelar a inversiones estatales y federales para poder resolver las altas demandas de obra.
La inversión en ese sector contó con 756 millones de pesos propios, pero se complementó hasta dos mil millones de pesos con el concurso de los otros niveles de gobierno. Y lo fundamental fue mejorar el estado de los servicios, la entrega de agua, los parques públicos, los pavimentos y los ornatos, estos últimos, en el antiguo pueblo de Tonalá, que dijo orgulloso, se consolida como zona de visita para el turismo local, nacional y extranjero. Otro logro es que nunca en diez años se entregaron tantas escrituras de regularización de propiedades para la seguridad jurídica de miles de tonaltecas que han comprado en superficie ejidal, en algunos casos, desde los años setenta del siglo XX.
Entre lo que no pudo resolver, además del corto gasto por la deuda heredada, el tema del alumbrado público, que también recibió enredado de su antecesor. “Pese a las diversas gestiones y búsqueda de soluciones, no pudimos resolver este problema por la grave deficiencia desde su contratación”, dijo.
El crecimiento de la mancha urbana es condena, pero es oportunidad. La ambigüedad de esa tendencia irresistible la reflejó en su discurso: “nos ha generado grandes oportunidades en materia de crecimiento económico, pero también nos ha representado retos muy importantes en el tema de prestación de servicios básicos y esenciales para los ciudadanos, así como en materia de protección civil y la atención de situaciones de emergencia”.
¿Cómo está Tonalá en 2018? El Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco señalaba para el municipio, apenas en mayo pasado: “en 2010 el 6.8 por ciento de Tonalá presentó pobreza extrema, para 2015 disminuyó a 3.9 por ciento, es decir 21 mil 008 personas (2015); por otro lado en 2010, 31.9 por ciento de la población estaba en pobreza moderada (158,609 personas) y para 2015 aumentó su porcentaje a 33.5 por ciento, en datos absolutos aumentó a 182,658 habitantes. De los indicadores de carencias sociales destaca que el acceso a la seguridad social es la más alta con 46.6 por ciento, que en términos relativos se trata de 254 mil 075 habitantes. El que menos porcentaje acumula es el acceso a los servicios básicos en la vivienda, con el 8.0 por ciento”.
Tonalá permanecerá como el más rezagado en el entorno metropolitano, como ocurre desde que se unión a la conurbación, en 1982. “En lo personal, me quedo insatisfecho por todos aquellos retos que no pudimos superar, por aquellos proyectos que no pudimos entregar”, dijo Chávez. Francisco Ayón, secretario de Educación lo escuchaba. En las primeras filas, los alcaldes Enrique Ibarra (Guadalajara), Pablo Lemus (Zapopan) y María Elena Limón (Tlaquepaque).
El crecimiento de la mancha urbana es condena, pero es oportunidad
@IzcalliFuentes #Morena @susanaochoach #Wikipolítica