Patrimonio arqueológico no está asegurado ante sismos
MUSEOS, ZONAS PREHISPÁNICAS, MONUMENTOS HISTÓRICOS... La institución no pudo renovar las pólizas este año debido a que requería casi 3 mil mdp, lo que representa 80% de su presupuesto de este año
Desde el mes de junio pasado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no cuenta con seguros contra sismos. No pudo renovarlos debido a que los costos de las pólizas “son estratosféricos”: aumentaron a
2 mil 950 millones de pesos, que equivalen a 80 por ciento del presupuesto de la institución
(3 mil 668 mdp), confirmó José Muñoz Bonilla, coordinador nacional de los centros INAH. Tras anunciar la XXIX Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia, señaló que en 2016 el INAH tenía contratada una póliza de seguro con Banorte por una prima neta superior a
143 mil millones de pesos, que incluía los seguros de museos emblemáticos como el Nacional de Antropología y el Nacional de Historia, ambos por alrededor de 2 mil 500 millones de pesos, respectivamente.
Si hoy sucediera un sismo y se vieran afectados algunos de los 125 museos, 100 mil monumentos históricos identificados,
190 zonas arqueológicas abiertas al público, 35 sitios inscritos en la lista de patrimonio mundial,
72 bibliotecas y nueve fondos conventuales del INAH, lo único que le quedaría a la institución sería recurrir al Fondo Nacional de Desastres (Fonden).
¿En caso de que ocurriera un sismo desastroso, el patrimonio de este país no estaría protegido? “No, pero esperamos tener una buena respuesta del Fonden, esperemos que no suceda ningún evento catastrófico en nuestro país. Creo que van por buen camino las gestiones que estamos haciendo con el Fonden, la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de Gobernación”, indicó el funcionario, quien recordó que el año pasado, a raíz de los sismos de septiembre, resultaron afectados 2 mil 200 inmuebles, cuyo costo de restauración se calculó en 12 mil millones de pesos.
Señaló que al menos mil 500 inmuebles afectados serán restaurados con recursos del Fonden, y el resto, alrededor de 700, con los montos de los seguros del INAH.
Muñoz Bonilla expuso lo anterior luego de que el pasado lunes, en el Encuentro Internacional Propace, en el que participan especialistas de todo el mundo, Diego Prieto, director general del INAH, dijera que los bienes culturales históricos y arqueológicos que resguarda el instituto no tienen protección de seguro privado contra sismos, solo contra fenómenos meteorológicos, por incendio, robo, accidentes y traslados.
El director del INAH planteó que es necesario crear un fondo de contingencia que permita hacer frente a daños en caso de algún incidente: “Ahora con el vencimiento de la póliza del seguro que el Fonden nos exige tener para combatir daños en nuestros monumentos arqueológicos, históricos y en general los bienes culturales del INAH, si hubiésemos querido renovar la póliza, incluyendo sismos, catástrofes de orden geológico, se hubiera elevado al orden de 2 mil 950 millones de pesos, esto significa más de las dos terceras partes del presupuesto fiscal del INAH”.
Sumas impagables
Muñoz Bonilla explicó que se intentaron renovar los seguros contra sismos a través de una licitación, pero ante falta de ofertas se declaró desierto solo este rubro: “Fundamentalmente porque los costos subieron enormemente y eran impagables. Aunque sí contratamos pólizas de los seguros para cubrir siniestros como incendios y fenómenos meteorológicos”.
Como “el monto del seguro contra sismos es impagable”, el patrimonio de este país cuenta solo en este momento con el apoyo del Fonden. “Esperamos que no suceda ningún percance y que los mercados se estabilicen más adelante; obviamente, el próximo año el INAH volverá a licitar para obtener el seguro de los bienes patrimoniales que siempre tenemos asegurados”.
El martes 5 de septiembre, MILENIO publicó el INAH tenía un seguro con Banorte, con una vigencia del 29 de febrero de 2016 al 31 de diciembre de 2017, por una prima neta superior a 143 mil millones de pesos.
Las cláusulas de riesgo por daños era, por supuesto, por sismos, fenómenos meteorológicos, fallas geológicas y hasta por daños relacionados con el delito de terrorismo.