Batman y Superman fallidos
Empecemos por esto. Para mí Superman siempre será Christopher Reeve, y Batman, Michael Keaton. Evidentemente es un asunto generacional y absolutamente innecesario de discutir. Es cuestión de gustos, enamoramientos adolescentes y nostalgia. Tristemente mi hombre de acero ya no está con nosotros mientras que nuestro Batman ochentero (yo lo amaba antes que eso) está viviendo un más que merecido resurgimiento en su carrera.
Pero los superhéroes de hoy tienen un mundo mucho más complicado que enfrentar. Siempre hubo y habrá fans, yo lo fui en su momento, pero no existía semejante industria que ponía tanta presión en los actores que interpretan a estos superhéroes y que nunca los dejarán en paz.
Así que ayer leía, sin falta de ironía, la angustia de muchas personas, algunas que amo tremendamente, ver que Henry Cavill podría dejar de ser el hombre que puede parar las balas con su cuerpo. Para mí, honestamente, no hubiera sido una mala noticia porque lo que este actor británico puede hacer en roles mucho más complejos y profundos se está perdiendo en semejante faramalla digna de la euforia de la Comic-Con.
Y bueno, si somos honestos y nos ponemos a analizar un poquito lo que es ese personaje y la realidad del gobierno norteamericano actual, les puedo asegurar que el alienígena que llegará a salvarnos a todos probablemente hubiera preferido estacionarse en Noruega o Finlandia. Tal vez en la Alemania actual (lo cual dice muchísimo sobre cómo han cambiado las cosas y los poderes contra los que luchaba este extraterrestre tan norteamericano). ¿Pueden imaginarse a Superman como aliado de Rusia? Hay mucho que pensar. Mucho más allá de que si Henry Cavill volverá a hacer fantásticos roles como el que hizo en Los Tudor o lo que hará en su próxima serie con Netflix. Ya veremos. Mientras tanto, que drama en Warner Pictures, sé de fans que se estaban organizando para ir a manifestarse a las oficinas de Los Ángeles si esto pasaba. Igual y a todo esto ¿Superman sigue vivo?
Mientras tanto Batman también está en problemas. O Ben Affleck, quien evidentemente es un hombre de talento extremo y de emociones complicadas. Lo que sea que está haciendo para lidiar con lo segundo parece que no le dejará seguir en el rol. ¿Les gusta Kit Harrington para alguno de los dos papeles? Porque cuando acabe Game of Thrones, habrá guerra por el muchacho. Pero no crean que será fácil. No ahora que ya se aventó también una batalla con la otra familia de Superheroes (la de Disney, pues) por no contratar actores gays para interpretar mas Super héroes. ¡Supermana! ¿Dónde andas cuando más te necesitamos?
En fin. En un mundo donde los superhéroes tienen problemas más humanos que aquellos que tendrían que rescatar no me sorprende que sigamos discutiendo también si James Bond puede ser negro. O mujer. ¿Por qué creen que el favorito de tantos estos días, me incluyo, es Deadpool? Al menos, él se asume como una catástrofe como superhéroe (aunque igual acaba salvando el día) y lo amamos por ello. Lo mismo aplicaba para el Chapulín Colorado, pero ahí nunca habrá ni debe haber remplazo. Jamás.