La regresión
Morena ha dado el primer paso para suspender la evaluación docente de la reforma educativa y entre los diputados que arroparon el punto de acuerdo estaba Asael Santiago, quien fuera titular de la sección 22 de la CNTE, ¿cómo la ven?
Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil pensaba en los Tupperware: de inmediato a Wikipedia: En 1947 se presentó el llamado “tazón maravilla”, un recipiente plástico para poder transportar comida herméticamente, que basaba su cierre en la forma de una tapa de un bote de pintura puesta al revés. Su éxito fue tal que hoy en día es el recipiente más empleado para poder llevar comida al trabajo o introducir alimentos en los frigoríficos, congeladores o despensas. Las primeras fiambreras fueron de polietileno y posteriormente se hicieron populares las de metal, pero con el advenimiento de los hornos de microondas se ha vuelto al plástico.
Un día el Tupperware será el símbolo de la Cuarta Transformación. El senador Batres (ah, la corrección política) disparó primero y se grabó en el acto privado de abrir su vaso plástico y comerse unas quecas. Bien por el senador, así lo exige la austeridad. Detrás de él, Jorge Carlos Ramírez Marín llevó su comida de casa y Xóchitl Gálvez presentó al mundo su tupper, arma con la cual, dice, bajará de peso. No será Gilga quien se oponga a esta práctica austera, pero huele un poco a demagogia, a payasada, a ahorrarse 5 pesos, a engañar al personal. Allá ellos, Gil comerá sus buenos tacos de langosta, el ceviche imperial y, ¿por qué no?, una copa de champaña. ¿Comer quesadillitas de queso panela nos hará mejores?
Cuidar el presupuesto y acabar con el dispendio es una buena propuesta, pero no manchen, la hipocresía no traerá nada bueno. ¿Qué comió, senador? Unos frijolitos refritos y una torta de huevo que le hizo su mamá obradorista. Felicidades. La idea de que empobrecernos nos hará mejores personas subleva a Gilga, quien cree lo contrario: generar riqueza y repartirla bien y bonito debería ser el fin y el principio de los gobiernos. ¿Me da por favor una quesadilla legislativa con su salsa de diputado y una cebollita de mayoría? Es que de veras.
La coordinadora y Morena
Gamés no dejará pasar la noticia de su periódico Reforma puesta en una nota de Claudia Salazar y Héctor Gutiérrez. Morena ha dado el primer paso para suspender la evaluación docente de la reforma educativa. Irán Santiago presentó un punto de acuerdo para exhortar a las autoridades educativas federales y estatales a suspender, de manera inmediata e indefinida, los procesos de evaluación. ¿Quieren leer algo bonito? Aquí vamos: entre los diputados que arroparon el punto de acuerdo, estaba el morenista Asael Santiago, quien fuera titular de la sección 22 de la CNTE. ¿Cómo la ven? Dicho esto sin la menor intención de un albur educativo. Morena trae unos aliados muy raros: el Verde, la CNTE, el PES, Napito, en fon. Todo cabe en un jarrito, o jarrote, sabiéndolo acomodar. Y Morena lo ha acomodado.
Aeropuerto
Más claro, ni el agua: si el nuevo aeropuerto se construyera en Santa Lucía, costaría 385 mil millones el traslado. Aún así habrá una consulta. Obviamente Gil no emitirá voto alguno, como si supiera de suelos, aeropuertos y aviones. Gilga quiere ver de qué tamaño será el sainete.
Populismo plus
Oigan esto: “El populismo es una forma específicamente moral de imaginar el mundo político y necesariamente involucra un postulado de representación moral exclusiva. Dese luego que no solo los populistas hablan sobre la moral; todo discurso político está colmado de aseveraciones morales (…). Asimismo, pocos actores políticos van por ahí diciendo “Somos solo una facción, solo representamos intereses especiales (…). Los políticos no populistas no utilizan discursos enardecedores para hablar solamente por una facción (aunque hay quienes lo hacen). Los políticos democráticos comunes y corrientes tampoco suscriben necesariamente una ética noble de acuerdo con la cual, más allá de nuestras diferencias partidistas, todos estamos involucrados en un proyecto común para perfeccionar los valores políticos de la comunidad política (…). Los populistas en el gobierno siguen polarizándose y preparan al pueblo para nada menos que lo que presentan como una suerte de confrontación apocalíptica. Buscan moralizar el conflicto lo más posible”. Todo esto lo dice Jan-Werner Muller en un librito indispensable: ¿Qué es el populismo? (Grano de Sal, 2017).
Todo es muy raro, caracho, como diría Winston Churchill: Cuanto más atrás puedas mirar, más adelante verás.