Alteración, el origen de las inundaciones
La cuenca de Atemajac es la más presionada por procesos urbanos descontrolados en la actualidad debido al valor de sus tierras altas
La construcción de Plaza Patria sobre el lecho del arroyo Atemajac, en los límites de Zapopan y Guadalajara, no fue vista en 1974 con la extrañeza y desaprobación con que ahora se ve la ocupación de cuerpos de agua y el entubamiento de los ríos, pero es el factor que más ha condicionado la historia posterior de la cuenca de Atemajac, por la obra en sí y por el modelo de ocupación de cuencas que implantó en el área.
“Era tan común desecar cuerpos de agua y ocupar sitios inundables, que plaza del Sol, el proyecto pionero, también alteró el arroyo del Chicalote, y nadie en su momento lo lamentó”, señala el arquitecto urbanista Ricardo Alvirde Sucilla.
¿Cómo se gestó la historia? El proyecto fue del arquitecto Julio de la Peña. Los dineros fueron canalizados por diversos inversionistas, entre quienes destacan miembros de la comunidad libanesa. No hubo, hasta donde se sabe, una sola autoridad que alertara sobre los riesgos. Hubo lluvias intensas en 1975 y 1976, pero el daño fue menor. La explicación es sencilla: al poniente existía completo el gran bosque Los Colomos, apenas estaba en construcción el campus principal de la Universidad Autónoma de Guadalajara, Colinas de San Javier y Providencia eran límite de la ciudad construida, Zapopan no se había desbordado de su cabecera municipal. El paisaje era un descampado entre barrancas y lomeríos, y los manantiales del parque que el gobierno de Jalisco había adquirido desde fines del siglo XIX brotaban con libertad.
Intereses a corto plazo y falta de planeación causaron el desastre ambiental y social
“A la mejor era la costumbre ganarle terrenos al agua. Basta ver la cantidad de represas que tenían Guadalajara y Zapopan y que simplemente fueron desecadas, rellenadas y urbanizadas; yo tengo un plano de 1942 en donde solo en esos dos municipios se registran 14 presas, ninguna existe ya ahora”, añade el especialista.
Para el arquitecto Sergio Peraza, testigo de una parte de esos cambios, los intereses de corto plazo y la falta de poder de planeación causaron un desastre ambiental, que ya es social, por las inundaciones.
“Imagina una gran cuenca y en esta cuenca es como una V muy
Ha crecido la densidad de construcciones y el problema se ha hecho más serio: especialista
abierta en donde todo el agua de arriba va a escurrir a la parte más baja que es estrecha; la desgracia está en que a esta cuenca se le han construido muchos fraccionamientos. Y estos fraccionamientos lo que ya todos sabemos: comienzan en la propia construcción de un bypass del agua [bypass es un conducto artificial o trasplantado mediante el cual se comunican dos puntos de una arteria para evitar una zona dañada o en mal estado. Por extensión, la modificación de la hidrología natural para desviar el agua de algún terreno] y la mandan a la calle colectora y así sucesiva-
mente el siguiente fraccionamiento. Nadie se hace cargo de su agua, esta no es retenida y en las calles colectoras se acumula cada vez en mayor volumen, en la medida en que hay más alteración de la red hidrográfica, además de que se impermeabiliza la zona donde el agua era recargada al subsuelo”, explica a MILENIO JALISCO.
“El problema de Plaza Patria, sabemos que se trata de un arroyo en donde construyeron; pero en ese tiempo aguas arriba no había tanto problema, no había tanto fraccionamiento ni estaba tan impermeabilizado. Ahora se ha incrementado mucho la densidad de construcciones, y el problema se ha hecho más serio”, sostiene.
Toda la parte alta de la cuenca está hoy urbanizada. “Por ejemplo, en avenida Universidad, donde yo he hecho obra: si hoy observas los terrenos, tiene una serie de agrietamientos por haber tomado arena de los mismos y hacer rellenos y no recuperaron la superficie verde, por lo que se producen agrietamientos y la arena se va deslizando aguas abajo y toda es arena se va juntando un canal y ese canal también alimenta todo a avenida Patria”. A la par, los colectores naturales fueron adelgazados, y la falta de zonas de absorción y el mayor volumen en superficie hace que aumente la velocidad del agua.
El geógrafo Luis Valdivia Ornelas, investigador de la UdeG, coincide con el diagnóstico: “se restringió la capacidad del cauce a través de la construcción de la plaza, y eso ocasionó una necesidad de hacer un colector que tuvo menor capacidad de conducción ; si a esto le sumamos la segunda variable, la urbanización en la parte alta, en la zona de Andares, el mal manejo del agua ha ocasionado el aumento de la escorrentía, entones hay más agua concentrándose en Plaza Patria, que no tiene la capacidad de conducción, y por eso aumentan los desbordes y la inundación en la misma plaza”.
Por esas condiciones transformadas, considera un error que se haya permitido ampliar la plaza, pues demandaba antes “un estudio de impacto ambiental que considerara el cambio en las condiciones de urbanización en la cuenca, particularmente en esa parte alta, para poder establecer toda una serie de estrategias que habrían permitido manejar la escorrentía de manera eficaz”.
La Plaza Patria original, con un bosque urbano contiguo, padece inundaciones a partir de los años 80, cuando la cuenca se empieza a “llenar”. Avenida Patria fue conectada completamente alrededor de 1990, y fue el vector para que la especulación inmobiliaria comenzara a presionar y “morder” el bosque Los Colomos. Pero Alvirde Sucilla recuerda que el estacionamiento subterráneo original contaba con galerías filtrantes para manejar los excedentes de agua, pero esa infraestructura no era a prueba de los cambios físicos dela cuenca.
Atemajac recibe cada año unos de 900 milímetros de lluvia, de la cual, en tres meses se concentra 90 por ciento, lo que ocurre en menos de tres horas de cada día. Eso explica por qué se satura. Si al dato se añade que un terreno urbanizado pierde de 70 a 90 por ciento su capacidad de infiltración, agua que irá sobre la superficie, la explicación queda manifiesta.
Atemajac recibe cada año unos 900 milímetros de lluvia; en tres meses se concentra el 90%