La gira más importante de López Obrador (hasta el momento)
En todos estos meses de campaña y después de transición, ha estado sobre la mesa de la discusión pública el asunto del dinero. ¿Cómo le va a alcanzar al nuevo gobierno para tanta promesa? ¿De dónde va a salir el dinero si no habrá nuevos impuestos ni tasas ni deuda ni mayor déficit?
Hemos escuchado algunas explicaciones: el amplio programa de austeridad, el recorte de personal y salarios en la burocracia federal, la consolidación de buena parte de las compras, compactación y desaparición de muchos programas en Sagarpa, Sedesol y Economía que no han tenido impacto alguno en la reducción permanente de la pobreza. Pero hay una joya de la que se habla poco: Le pedí a Leonardo Núñez, que sabe de esto, que me mandara unas líneas:
“A los estados les llega dinero por dos vías. Una parte se hace con reglas muy claras y específicas, como el Ramo 28 (las participaciones), que son bolsas de recursos federales que los estados reciben con base en fórmulas claras o el Ramo 33 (las aportaciones), que son los recursos “etiquetados” que se entregan a los estados para fines específicos, como salud, educación o seguridad. Otra parte se entrega de manera absolutamente discrecional, como los recursos del Ramo 23 (Previsiones Salariales y Económicas), que es dinero en manos de la SHCP y que no tiene reglas ni fórmulas de asignación. En 2017 los estados recibieron 772 mil millones por participaciones y 661 mil millones por aportaciones, que juntos representan 80% de los ingresos de los estados. El Ramo 23 manejó 387 mil millones, 131 mil millones presupuestados, y 255 mil millones adicionales y, por supuesto, discrecionales”.
Estos recursos son los menos fiscalizables porque en general se firman para “fortalecer finanzas estatales”. Es decir, gastarlo en lo que sea y vaya que así lo han gastado.
El equipo económico de López Obrador tiene claro, como lo tiene la ASF, que ahí hay una enorme cantidad de recursos desperdiciados y que muchas veces terminan en actos de corrupción.
En esta gira del agradecimiento López Obrador se irá reuniendo con todos los gobernadores en lo individual. Es en ellos donde mayor capital político tendrá que gastar: los delegados, los programas sociales centralizados y, que se preparen, el mucho dinero discrecional que reciben.
Ahí estarán muchas de las claves de la 4T. En esas conversaciones.