¡Es indignante!
Es indignante lo ocurrido con el tráiler de los muertos. Es escalofriante ver el trato que se da a los cadáveres que quedan apilados en tráileres refrigerados como si fueran bolsas de basura. La fotografía publicada es dantesca, eriza la piel y es muestra clara de la falta de sensibilidad, incompetencia y negligencia de las autoridades responsables.
Esta crisis generada por el peregrinar de un tráiler repleto de 273 cadáveres por diferentes municipios de la ZMG y la falta de planeación para darle salida digna a los 444 cadáveres que no han sido reclamados y que de acuerdo con la nueva legislación prohíbe la incineración cuando se encuentren en algún proceso de investigación, ha dejado ver el desprecio de muchos funcionarios por las victimas que no han sido reclamadas por nadie. Una falta de cuidado a un tema tan grave y delicado y un pésimo manejo de los responsables.
Tampoco bastaron los llamados de la CEDH que el pasado mes de marzo exigía a Fiscalía General del estado de Jalisco y al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses la contratación de cámaras frías para depositar los cuerpos cuidando la dignidad de las personas fallecidas.
Me consta que el director del Instituto Jaliscienses de Ciencias Forenses solicitó una y otra vez, más personal más presupuesto para poder hacer frente a la demanda de más servicios de peritos forenses, expertos en balística, médicos, reactivos químicos, análisis ADN y las herramientas necesarias para atender la creciente ola de violencia que afecta a Jalisco y al país entero.
No defenderé a Luis Octavio Cotero, porque él tiene los elementos y herramientas para defenderse solo.
La responsabilidad era clara, solo no la veía quien no quería. Así lo establece el Convenio de colaboración firmado entre la Fiscalía y el IJCF el 2 de enero del 2017, donde se clarifica que la Fiscalía deslinda de cualquier responsabilidad penal, administrativa y civil al IJCF a partir de que “el IJCF” le regrese la custodia y resguardo de los cadáveres ….”
El despido del Fiscal General del Estado Raúl Sanchez Jimenez, era solo cuestión de tiempo.
El indignante caso, solo confirma el fracaso de la política de seguridad pública en el sexenio de Aristóteles Sandoval.