Tlajomulco desaceleró vivienda en 90%; trabaja en no ser ciudad dormitorio y recuperar casas abandonadas
Pfannenstein presenta diagnóstico de núcleos de edificación social
El gobierno de Tlajomulco, el municipio metropolitano con la tasa de crecimiento poblacional más alta de la ciudad, asegura haber reducido casi en 90 por ciento la cifra de incremento de viviendas en la demarcación, pero arrastra casi 17 mil desocupadas, saldo de la expansión de la última década. Ahora canaliza su esfuerzo para que esas casas se recuperen o se reestructuren las auténticas “ciudades perdidas” que les dieron forma.
Para el efecto, ayer, el investigador de la Universidad de Lausana, Bernd Pfannenstein, presentó en la sala de sesiones del ayuntamiento, un diagnóstico de la situación actual de las casas de interés social de la demarcación. “El primer paso para tener una solución es presentar un diagnóstico, la profundidad del monitoreo, tener datos indicadores comparativos, que nos permiten pensar e identificar dónde tenemos estos problemas en los fraccionamientos, de manera global, pero de manera puntual en cada fraccionamiento”, dijo.
El estudio se realizó en 17 fraccionamientos del municipio: una muestra de 388 encuestas para un universo de 29 mil viviendas, de las cuales cinco mil se encuentran abandonadas. Un ejemplo drástico es el fraccionamiento Silos, donde 30 por ciento de las casa y departamentos están desocupadas y en proceso de destrucción física.
El trabajo se realizó con el apoyo de estudiantes de la carrera de Ingeniería Civil de la Universidad Politécnica de la Zona Metropolitana de Guadalajara, apoyados por la Comisaría de Seguridad Pública de Tlajomulco y de la Fiscalía Ambiental del mismo municipio.
Otros datos de la investigación: 54 por ciento de los encuestados se sienten inseguros; 27 por ciento no cuentan con acceso a internet; 66 por ciento consideran que sus áreas verdes se encuentran en mal estado; 95 por ciento no tiene acceso a servicios de salud; un tercio no tiene ni siquiera educación básica, y más de la mitad destina por lo menos dos horas en el trasladarse a sus sitios de trabajo. Es lo que mejor define el paradigma de las “ciudades dormitorios” que la administración local busca romper.
El presidente municipal, Alberto Uribe, dio más datos de la profunda inequidad que ha generado para el desarrollo municipal el enorme peso de la industria de la vivienda. Por ejemplo, de la inversión económica de 17,200 millones de pesos con que cerró su administración, solamente 3 por ciento de la derrama proviene del sector, “porque lo que luego me decían los constructores, es que nosotros generamos empleo; sí, nada más que empleos de seis meses... ahora este empleo que estamos generando, son 40 mil empleos que te permiten de una u otra manera intentar que la gente no vaya a trabajar a Guadalajara y se quede aquí a trabajar, y ahí es cuando dejas de ser una ciudad dormitorio”.
De 17 mil viviendas abandonadas, alrededor de 12 mil son ahora objeto de un trabajo de rescate por las agencias de vivienda gubernamental, en busca de reinsertarlas en el mercado en mejores condiciones para las personas. Pero es fundamental que la creación de empleos continúe en las mismas zonas, puntualizó el presidente municipal.