Descubren otra fosa en vivienda de interés social
Las autoridades aún trabajan en la extracción de cadáveres; un hombre que se encontraba en el lugar logró escapar de los oficiales, permaneció una mujer adulta
En materia de seguridad en Jalisco llueve sobre mojado, mientras familiares de personas desaparecidas se manifestaban afuera de las instalaciones del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), elementos de esta institución así como de la Fiscalía General del Estado (FGE), realizaban labores periciales en una finca del fraccionamiento Colinas del Roble, en Tlajomulco de Zúñiga, en donde se localizó una fosa con una cantidad de cuerpos que hasta ayer no se había determinado.
La situación es similar a los casos de las fosas localizadas en los fraccionamientos Chulavista y Villa Fontana Aqua en la misma demarcación, donde en al menos en tres domicilios diferentes, fueron localizados más de una docena de cuerpos que presuntamente habían sido enterrados en estos puntos por integrantes de un grupo delictivo.
Durante la jornada del jueves se extrajo un cuerpo y poco después del mediodía de ayer fue exhumado el segundo cadáver, sin embargo las autoridades aún no tienen elementos para dar una cifra exacta sobre la cantidad de cuerpos que se encuentran en esta vivienda.
Cabe señalar que la FGE estuvo cerca de capturar a una de las personas que se encontraban en el punto, pero saltando entre azoteas y casas abandonadas, es como escapó de las autoridades un sujeto de mediana edad, mientras que al interior de una de estas casas, permaneció una mujer, aparentemente progenitora del individuo que se dio a la fuga.
Las unidades de la FGE arribaron al conjunto habitacional sin anunciarse, con los códigos luminosos y las sirenas apagadas, se colocaron frente a la finca con número 328 de la calle Cerro de la Silla, casi en el cruce con Cerro del Elefante, e ingresaron al lugar.
Sin embargo, el operativo montado por los oficiales no contempló designar al menos a un elemento como guardia a distancia ante la posibilidad de que, si hubiera alguien dentro de la vivienda, podría escapar por la parte trasera, lo cual terminó por ocurrir.
De acuerdo con versiones de vecinos, que literalmente se alertaron por escuchar pasos en la azotea, un hombre brincó desde el patio, corrió entre las azoteas de las casas y saltó para caer del lado contrario a donde se encontraban las autoridades y perderse entre el laberinto de casas y calles que conforman este conjunto habitacional. “Escuchamos que alguien corría y luego se escuchó que cayó en la cochera de aquí a unas casas, se pegó fuerte pero se paró y se fue corriendo por esas casas abandonadas de enfrente”, señaló un vecino de la calle Cerro El Pital, cuyas viviendas colindan con las ubicadas en Cerro de la Silla.
Posterior a lo mencionado, elementos de la FGE comenzaron a buscar al sospechoso, pero lo hicieron dentro de las casas y no hacia el rumbo por el cual escapó, “aquí llegaron con las armas apunando y preguntaron que dónde estaba, se metieron a la casa y movieron todo, según buscándolo por si se había”, relató otro testigo.
Los hechos han generado un clima de inquietud entre los habitantes de esta zona del fraccionamiento, algunos de ellos muestran extrañeza ante lo ocurrido, “todavía no me explico que nadie nos pudimos dar cuenta. Esto está muy mal, muy mal, de por sí a mí no me gusta esta colonia, pero mis hijos me vinieron a traer aquí. La verdad está muy deprimente enterarte que están guardando muertos a unas cuantas casas de dónde vives”, señaló una vecina del lugar.
Por otra parte, aquellos que pudieran haber notado alguna actividad extraña en donde se encuentra la fosa, temen ofrecer su testimonio pues consideran que hablar podría resultar un riesgo para su integridad “en realidad sí escuché que estaban picando el concreto, pero uno nunca se imagina que era para eso, yo pensaba que estaban remodelando, reparando, ya más no te puedo decir porque, pues tu sabes…”.
Elementos de la FGE fijaron con la ya conocida cinta en color amarillo un cerco por toda la calle en la que se encuentran las casas en cuestión, y para impedir las tomas frontales del punto, abarcó también parte de un parque público, en cual una resbaladilla y un columpio se asoman tímidamente entre la maleza que da testimonio de la falta de mantenimiento, una marcada ausencia de la autoridad municipal que fue aprovechada por quienes determinaron una construcción destinada a ser el hogar de una familia, en un cementerio clandestino de la delincuencia organizada.