¿Deben de irse los pluris?
Por años, cuando pensábamos que el equilibrio en el Poder Legislativo se había consolidado, y que jamás veríamos el “carro completo” que en su momento tenía el PRI, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, la discusión se centró en la necesidad de desaparecer la figura de los legisladores de representación proporcional, mejor conocidos como plurinominales.
Mientras en el país aumentaban las voces a favor de desaparecer estos legisladores, hubo una reticencia de los partidos políticos a proceder en ese sentido, la cual dudo mucho que haya sido por una posición visionaria y más bien fue para mantener en sus cargos y con posibilidad de empleo a fin de pagar favores a personajes a los que se les pagaba con una curul de regalo los compromisos políticos.
Y así fue, gracias a estas posiciones hoy tenemos en el Legislativo a personajes como Napoleón Gómez Urrutia, Germán Martínez, Miguel Ángel Mancera, algunos de ellos que de no ser por esta vía no habrían llegado a ser legisladores federales. Cada partido político pagó favores y compromisos, además de que evitó que se quedaran sin chamba algunos de sus fieles.
Pero por otro lado vemos que de no ser por esta figura, algunas fracciones parlamentarias simplemente no existirían y, en contraparte, tendríamos un poder absoluto de la mayoría hoy en el Congreso, que por cierto se ha hecho de alianzas con partidos como el Verde, con lo que la izquierda repite acciones que en su momento criticó.
Me parece que la representación proporcional no debe de desaparecer y debe de tener algunos candados que eviten que se conviertan en premios para algunos políticos, y la reducción en el Congreso federal, en aras de la austeridad debería versar en una reducción equitativa tanto de legisladores de elección directa como de representación proporcional, pues al final desafortunadamente lo que vemos es que los legisladores siguen representando a sus partidos políticos y no a los ciudadanos.
Hoy por el comportamiento inicial de los senadores y diputados, me parece que ambas cámaras se convertirán de nuevo en una ventanilla de trámite solo para hacer la pantomima de discutir las iniciativas enviadas por el Poder Ejecutivo para simplemente terminar pasándolas sin cambiar una coma al Pleno y sean aprobadas.
P.D.
La dureza con la que sean tratados los funcionarios federales que comparezcan en la glosa del sexto Informe de gobierno de Enrique Peña dirá mucho de posibles acuerdos. Habrá que ver qué tanto harán por castigar actos de corrupción.
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