Periodismo a secas, con estilo
Para el periodismo prefiero el término de inclasificable. Porque no solo es necesaria la forma y el fondo. Hay múltiples variables. Incluso en lo que llamamos medios de comunicación “de derecha” o “de izquierda”, destaca lo que está por encima de las fórmulas del periodismo —un periodista o escritor—: el estilo personal para contar, decir o filmar. Con estilo nadie puede socavar esa fuerza, que irremediablemente es individual e intransferible.
AMLO utilizó el término de prensa fifí. En realidad habla de quienes tienen un estilo e influyen con sus críticas. Es lo que más peso tiene en una democracia, aunque apenas sea en ciernes. Es lo que les preocupa a los políticos, de las tendencias que sean. Hasta la llegada de Vicente Fox, los medios de comunicación estaban maniatados por el gobierno. Lo saben quienes vivieron o leyeron las historias del movimiento estudiantil del 68, por ejemplo. Diarios que se perdieron por la censura del gobierno. Hoy la única censura es la autocensura.
Las redes sociales son para todos los usos y costumbres, con contenidos diversos y escasa ideología. Donde la disciplina es indisciplina. Hoy sin autocensura escriben lo que se les pega la gana en esas nuevas formas de expresión. Hoy el reto de lo que llaman muchos “periodismo tradicional” se enfrenta a esos ríos de información digitales. Pero el reto sigue siendo el mismo: dime cómo lo cuentas y te diré el peso que tienen tus palabras, y el número de likes que tendrán tus comentarios. No es que al periodismo “tradicional” lo devoren las redes sociales. No. Se trata de llegar con estilo a los nuevos caminos de la información y la opinión.
Hemos vivido la transformación de los medios y las redes sociales en escasos 20 años. El periodismo tiene siglos de irse metamorfoseando según los tiempos por los que pasa la historia. No veo el fin del “periodismo tradicional”. No hay tiempo para temores y rechazos a la modernidad. Cambiar las palabras que digas, escribas o grabes para televisión al terreno de los bytes depende de una inteligencia donde el periodismo con estilo prime muy por arriba de la aplicación que utilizas para tus fines. Ese es el reto. No la prensa fifí o el periodismo tradicional. Mejor un periodismo a secas —con estilo—, en medio de esa tempestad llamada redes sociales.
TRASPIÉ: Apareció la nueva edición de México se escribe con J, coordinado por Michael K. Schuessler y Miguel Capistrán. Excelentes textos del poeta César Cañedo, el escritor Pável Granados y el activista Salvador Irys. Libro disparejo en sus ensayos pero obra necesaria para entender la cultura gay.
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