Razón y no intolerancia, pide ministro Pardo
“Somos la última instancia de protección a los derechos; no podemos defraudarlos”
De cara a los retos que trae consigo un cambio político, social y económico del país, el Poder Judicial tiene la oportunidad de consolidarse como el poder de la razón y no de la intolerancia, aseveró Jorge Mario Pardo Rebolledo, ministro de la Suprema Corte.
“Un cambio que trae muchos retos, pero también oportunidades para consolidarnos como el poder de la razón. Los exhortó a todos a que sigamos trabajando para que la justicia se traduzca en mejores condiciones de vida. Hagamos que la justicia prevalezca fundada en la razón y no en la intolerancia, hagamos que se fortalezca para que cada juzgador encuentre en su función su forma de trascender por hacer el bien a los demás”, expresó.
Al clausurar la XIII Asamblea Ordinaria de la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia, en Mérida, Yucatán, el ministro mencionó que la sociedad quiere servidores humanos y no arrogantes ni soberbios.
Señaló que el país está inmerso en una acelerada evolución social, económica, política y jurídica, por lo mismo, la responsabilidad de los impartidores de justicia debe estar a la altura de esa demanda de la sociedad.
Pardo Rebolledo dijo que hoy más que nunca la sociedad necesita a los juzgadores más cercanos. “Muchas veces somos su última instancia de protección a sus derechos. No podemos defraudar su confianza”, apuntó. El ministro recordó que muchas y muy variadas son las transformaciones que en materia jurídica ha enfrentado el país; si bien, recalcó, ellas no representan una labor concluida, debemos seguir trabajando para que el fenómeno social cuente con instituciones sólidas que les garanticen justicia.
Respecto a los trabajos de la asamblea, destacó que el encuentro permitió reforzar “el enfoque de relaciones con la sociedad, porque la impartición de justicia es una función pública, una de las más sensibles y nobles, pues quienes vienen a nuestros juzgados o tribunales, vienen con la esperanza de encontrar justicia, de que se le proteja contra el arbitrario.
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