El extravío de la responsabilidad pública
Si bien las reacciones por parte de las autoridades locales en torno al escándalo internacional suscitado por el descubrimiento del errático transitar por algunas zonas de la ciudad, de un tráiler equipado con cámara refrigerada, conteniendo cadáveres sin identificar, como era de esperarse, tuvieron que ver fundamentalmente con el deslinde de responsabilidad política –esto es la búsqueda de culpables– que se concretó tanto con una primera decisión, la destitución del titular del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (MILENIO JALISCO, 18 de septiembre), como con la posterior decisión de suspender y separar del cargo al propio Fiscal General, en tanto se realizan las investigaciones correspondientes (MILENIO JALISCO, 20 de septiembre); todavía está por verse lo relativo a la responsabilidad causal –que tiene que ver esencialmente con las causas que motivaron la sobresaturación de la morgue– y que irremediablemente nos conduce a las condiciones de inseguridad pública prevalecientes en Jalisco.
En la línea de responsabilidad causal valdría la pena recordarles a las autoridades locales lo que los ciudadanos respondieron en la más reciente encuesta levantada por el Observatorio Ciudadano “Jalisco Cómo Vamos” sobre la seguridad pública en el Área Metropolitana de Guadalajara. Y es que además del sentido de urgencia que perciben hoy en día las personas sobre la inseguridad pública (80 por ciento de los encuestados respondió que la inseguridad pública aumentó en lo que va de este año); poco más de un tercio de los encuestados
(33.6 por ciento), reconoce en la corrupción de las autoridades la principal causa del incremento de la inseguridad pública; muy por encima de otras causas como lo es el aumento de las bandas del crimen organizado
(13.2 por ciento), la disputa de territorios para la venta de drogas (10.3 por ciento), la falta de oportunidades para los jóvenes
(9.9 por ciento), así como la pobreza y la desigualdad (9 por ciento). Quizás por esta razón es que la gran mayoría de los encuestados (70.9 por ciento), perciben que tras las muertes violentas de policías municipales, la cooperación y coordinación entre órdenes de gobierno seguirá prácticamente igual.
Más importante aún es el sentido común que refleja la opinión ciudadana sobre lo que deberían hacer las autoridades: 25 por ciento de los encuestados respondieron cambiar la estrategia en el combate a la delincuencia y el 22.4 por ciento respondió que debería fortalecerse a las policías municipales y más de la mitad (54.1 por ciento), respondió que en el contexto actual se deberían tomar medidas para proteger a los policías con más capacitación y equipamiento.