Ya sabemos de qué se reía Duarte
Ya sabemos por qué se reía Javier Duarte cuando fue detenido en Guatemala. Lo hizo porque sabía perfectamente que saldría bien librado de las acusaciones en su contra, y que pasaría relativamente poco tiempo en prisión.
Y es que Javier Duarte de Ochoa, ex gobernador de Veracruz, ha demostrado ser una mente criminal de alto nivel. El miércoles pasado, para sorpresa de todos (incluyendo al juez que le llevaba el proceso), el veracruzano se declaró culpable de los cargos de lavado de dinero y asociación delictuosa que pendían sobre él, y a cambio recibió apenas nueve años de cárcel, una multa de 58 mil pesos y la confiscación de 41 inmuebles. Nada más.
Lo hecho por Javier Duarte no es una casualidad. No es que hubiera amanecido un día arrepentido y con ganas de declararse culpable. No. Lo que Duarte hizo fue involucrarse a fondo con su equipo de abogados para encontrar todos los recovecos y ángulos posibles a su caso, hasta encontrar el castigo menor posible para sus delitos.
Gracias a su estrategia, el infame Javidú pasará unos años más tras las rejas (hay que contarle el tiempo desde que fue detenido) y si logra hacerse de beneficios por buena conducta, seguramente a mediados del siguiente sexenio estará pisando la calle.
Ahora sí nos quedó claro el motivo de la sonrisa de Duarte de Ochoa. Pese a todos los calificativos en su contra; pese a la animadversión que genera en la opinión pública, estará disfrutando en un futuro no muy lejano de millones de pesos que debe tener escondidos en algún país extranjero, como lo hacen actualmente su esposa y sus hijos, que viven lujosamente en Londres, de donde seguramente nunca regresarán.
Es cierto que Javier Duarte tiene pendientes con la justicia de Veracruz, pero deberá enfrentarla una vez cumplida su sentencia. Para entonces el hombre tras las rejas tendrá mucho tiempo para pensar en su siguiente defensa. Y no se sorprenda si cuando pise la calle en menos de cuatro años, Javier Duarte sonría una vez más. Es la sonrisa de quien sabe que no pudieron con él.
El banquillo
¿Otro partido? Margarita Zavala y su equipo realizan un profundo análisis sobre el futuro de su organización política, Libertad y Responsabilidad (Libre), pues no descartan la posibilidad de intentar su registro como partido político antes de las elecciones federales de 2021. Al principio consideraban apoyar candidaturas independientes, pero al ver el resultado de los sin partido en los pasados comicios, hoy organizan una estructura para recabar firmas en todo el país. La aventura tiene el apoyo velado de por lo menos un organismo empresarial con presencia nacional.
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