PROLIFERAN LAS CALLES TRAMPA EN EL AMG
Vialidades con muchos baches, con hoyancos o sin pavimentos por las lluvias
Automovilistas, motociclistas, ciclistas y ahora hasta calandrias, se enfrentan todos los días a las calles del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG); arterias donde el congestionamiento vial y las obras en proceso ya son lo de menos, la verdadera atención de quienes las transitan se centra en no caer en sus baches, hoyos y socavones, que las convierten en trampas urbanas de la metrópoli.
El estrés que para algunas personas puede significar el estar detrás del volante, se incrementa cuando además deben fijar parte importante de su atención en no caer en hoyos y baches que van más allá de una anomalía en el camino por desgaste natural de la vialidad, sino que se trata de falta de mantenimiento o de bocas de tormenta y registros abiertos por el robo de sus respectivas tapas.
Las condiciones en las que se encuentran algunas calles de la ciudad generan problemas que padecen de manera directa los ciudadanos, tales como embotellamiento, daños a vehículos y en algunos casos hasta accidentes en los que se pueden ver involucrados uno o varios automóviles, ya sea choques o volcaduras.
Avenida Patria en el costado que pertenece al municipio de Tonalá, prolongación 8 de Julio y Lázaro Cárdenas en Tlaquepaque, Circuito Metropolitano Sur en Tlajomulco, Gobernador Curiel en Guadalajara y calles del centro de Zapopan, son tan solo algunas de las vialidades por las que transitar se convierte en un problema con el que han tenido que aprenden a convivir los automovilistas, pero no el único, pues durante el temporal, el riesgo de circular en un vehículo incrementa por la susceptibilidad a inundaciones que presentan múltiples vialidades de la ciudad.
Ubicado en por la Antigua Carretera a Chapala en Tlaquepaque, se encuentra el fraccionamiento Misión Magnolia, un conjunto habitacional donde conducir representa una prueba de pericia al volante con baches de todo tipo, de un diámetro que puede abarcar media calle, otros, de hasta 80 centímetros de profundidad y por si no fuera suficiente, algunos de estos se encuentran uno detrás del otro.
En días pasados, una familia de este conjunto habitacional padeció las consecuencias de caer en un hoyo, pues el padre de familia que en ese momento conducía el automóvil entre las prisas se olvidó que éste estaba ahí sobre la cinta asfáltica a unos metros de su hogar: “fue justo saliendo de mi casa, por lo cual no pudimos llegar a tiempo ni a la escuela ni al trabajo”, recordó Nazareth.
Debido a la magnitud del bache, el auto familiar sufrió averías de consideración cuyo gasto tuvo que absorber esta familia debido a que las autoridades se deslindaron de la responsabilidad del boquete en el pavimento. “Pues fue lo que se le preguntó al Siapa (si pagarían los daños al vehículo) cuando según ellos fueron a arreglarlo pero dijeron que de parte de ellos no podían hacer nada y la verdad pedirle al municipio es imposible, así que mi papá tendrá que pagar los daños”, mencionó la entrevistada.
Sobre las condiciones en que se encuentran las calles de este fraccionamiento, los vecinos concuerdan en que la principal causa es la omisión de la autoridad municipal que simplemente no responde a los reportes y esto ha generado que las vialidades estén cada vez más maltrechas; “mira, ya se han hecho miles de reportes de todas las calles, tú las puedes ver, son un asco total y no han hecho nada”, explicó una vecina de la calle Guachinango.
Otro habitante de este fraccionamiento señaló que las condiciones en que se encuentra el conjunto habitacional les resulta frustrante, sobretodo “porque tienen años diciendo que van a