Van contra terapias de reorientación sexual
“Mis papás notaron que era medio amanerado y me mandaron al psicólogo”, dice Kike
Desde pequeño, Kike Galdeano tuvo claro que le gustaban las personas de su mismo género. Sus padres no. Por ello, fue obligado durante varios meses a tomar terapia para reconvertir su sexualidad.
Como él, decenas de jóvenes son forzados a tomar terapia para definir su sexualidad. Por ello, la senadora de Morena, Citlalli Hernández, presentó una iniciativa para castigar, hasta con tres años de prisión a quien intente cambiar la orientación sexual de las personas.
El joven relató a MILENIO que varias veces lo regañaron por jugar con muñecas y tener preferencias que “solo son de niñas. “Mis papás notaron que era medio amanerado y me mandaron al psicólogo; me acuerdo que me decían: ‘no está bien que juegues con muñecas, tú tienes que jugar con carritos’”, platicó.
Recordó que en las sesiones tuvo el respaldo del psicólogo, pues en alguna ocasión le dijo que no pasaba nada si utilizaba juguetes que para niñas.
Pero no todos corren con la misma suerte que Kike.
Edmundo, de 28 años, asisitió durante 12 meses, una vez a la semana, a terapias conocidas como esfuerzos para corregir la orientación sexual e identidad de género, cuyo costo es de unos 600 pesos por consulta.
Sin embargo, se dio cuenta que la preferencia sexual no se puede cambiar con terapia, y por ello reprueba que “charlatanes” engañen a familias.
Mencionó que asisitió a las consultas por recomendación de un familiar y sus padres le pidieron acudir. Pero, después de darse cuenta de que solo se engaña a las personas, decidió no asistir más.
Kike y Edmundo asistieron este martes al Senado, donde la bancada de Morena, respaldada por el Partido Verde y Movimiento Ciudadano, impulsan modificaciones al Código Penal Federal y la Ley General de Salud para imponer sanción de uno a tres años de prisión o de 150 a 300 días de trabajos o 200 días de multa, a quienes promueva o financien cualquier tratamiento, terapia con o sin fines de lucro.
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