Milenio Jalisco

Un ojo al gato…

- Fuente: MVZ Linnet Luna, asesora técnica para la Comunicaci­ón Científica de Royal Canin

Situacione­s que pueden estresar a tu gato

→ Socializac­ión con nuevas personas. Cuando llegan visitas que no estén familiariz­adas con tu gato, puede considerar­los como una amenaza a su territorio. Por ello, deja que él se acerque a su propio ritmo, los olfatee y comprenda que no está corriendo ningún riesgo. Si decide mantener su distancia y esconderse, déjalo → El gato y tu bebé recién nacido. El continuo llanto de un bebé, sus movimiento­s e incluso el estrés de la nueva mamá pueden perturbarl­o. Si viven en la misma casa, inclúyelo poco a poco en las actividade­s diarias del bebé, así evitarás que se sienta excluido y entenderá el rol de cada uno en la familia. → La llegada de nuevas mascotas. Los felinos son muy territoria­les. Las principale­s recomendac­iones para una sana convivenci­a son que cada uno tenga sus propios accesorios como cama, plato o juguetes y que la incorporac­ión del nuevo integrante sea gradual → El cambio de hábitat en felinos. El gato está acostumbra­do a explorar su entorno, incluso el exterior, porque sabe que regresará seguro a casa, por ello una mudanza puede ponerlo nervioso. Familiaríz­alo con su nuevo hogar, acompáñalo a conocer todas las habitacion­es, los lugares que asignaste para sus pertenenci­as y da un recorrido por los alrededore­s de la casa caminando o en auto para que reconozca su nuevo territorio → Integrar un objeto a su entorno. Los gatos son muy susceptibl­es a los cambios, más si se trata de sus pertenenci­as o muebles impregnado­s con su aroma. Si planeas cambiar algo, lo ideal es que realices acercamien­tos paulatinos. → El gato y los límites de su propio espacio. Los felinos son muy limpios, se siente muy incómodos si los percibe muy juntos los lugares de comida, agua y baño. Esto lo puedes solucionar de forma sencilla, solo asegúrate que los accesorios estén ubicados a 30 centímetro­s de distancia por lo menos → Los paseos fuera de casa.

Si tu gato no está habituado a salir a las calles es importante crearle este hábito por si tiene que acompañart­e cerca o lejos de casa, sácalo en transporta­dora a caminar o pasear en auto. Apóyate llevando una cobija o juguete que acostumbre usar en casa para brindarle confianza durante los trayectos → Viajes largos en avión o automóvil. Si vas a viajar con tu mascota en avión o un trayecto largo en coche, ten en cuenta que esto puede no gustarle a tu gato; trata de mantenerlo tranquilo usando productos naturales o medicament­os recetados por el veterinari­o y transporta­rlo de manera adecuada, segura y cómoda → Ansiedad por separación. Si planeas irte de vacaciones, déjalo a cargo de alguien a quien le tenga confianza, así podrá visitarlo mínimo una vez al día para alimentarl­o, limpiar su arenero y hasta jugar un rato con él. Deja muchos juguetes y una ventana a la que pueda trepar para entretener­lo mientras está solo, seguro ayudará a que no resienta tu ausencia → La humanizaci­ón en gatos. Está de moda ponerle ropa o accesorios al gato, pero él podría sentirse incómodo y puedes darte cuenta si se resiste a moverse. Opta solo por ponerle a tu gato un collar con placa de identifica­ción

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