Cuarón y en Zürich
el oficio de bolero de zapatos le da el sentimiento de estar más cercano al pueblo. Entonces el destino lo pone cara a cara con un niño emigrado del África negra.
Para el 23 y 26 de octubre los asistentes podrán disfrutar de Les Héritiers (Los herederos) de Marie-Castille Mention-Schaar, un film de 2014. Léon Blum de Créteil. Un profesor de historia en un momento crítico de su vida, decide que su grupo de segundo, el más débil, presente el concurso nacional de la resistencia y de la deportación. Una experiencia que va a transformar a esos alumnos.
La cita para asistir es los martes y viernes a las 20:00 horas en López Cotilla 1199. Entrada libre.
El Zurich Film Festival ZFF 14 llegó a su fin y cierra con una gala en el bellísimo edificio de la Ópera, el Opernhaus a orillas del lago. Fue una semana muy activa y en las salas de cine y el pabellón central del festival pululaba un gran número de amantes del cine, curiosos, periodistas, realizadores, críticos, productores y personalidades de la industria cinematográfica. Desde luego, también llegaron las celebridades que posaron en la famosa alfombra - que en Zürich es de color verde y no rojo – frente a periodistas y fans. Zürich elige una combinación entre cine de calidad e industria, sin desdeñar los estrenos mundiales que caracterizan los grandes festivales del mundo. Aparte de las secciones de competencia para largometrajes de ficción y documental internacional, el festival ha catalogado las más de 160 películas participantes en secciones. Una sección se centra en el cine suizo, alemán y austriaco, hay una sección dedicada a Exhibiciones especiales, una llamada Border Line, otra Ventana al mundo, cine infantil, Hashtag Big data, Series, además de una dedicada a la producción actual de Italia, otro al cine de Wim Wenders además de los Estrenos de gala.
Aparte de la actriz Judy Dench quien recibió un galardón, también Donald Sutherland y Wim Wenders fueron homenajeados con una amplia retrospectiva. Wenders impartió, además, una master class dirigida a los jóvenes profesionales que fueron seleccionados para participar en talleres y diálogos con creadores. Habrá tiempo de comentar acerca de películas, autores y temas que llamaron la atención cuando se acerquen los estrenos en México, sin embargo, quiero anticipar que dos de los grandes temas que se vieron reflejados en el cine fueron la manera cómo se gesta la violencia - por ejemplo en Der Läufer (El corredor) del suizo Hannes Baumgartner - y la descripción (y denuncia) de destinos femeninos, por ejemplo en Puzzel de Marc Turtletaub, The Tale de Jennifer Fox y Mamacita, un documental de José Pablo Estrada Torrescano, quien nació en México pero radica en Düsseldorf, Alemania.
Uno de los filmes más esperados fue, sin duda, Roma de Alfonso Cuarón, cuyas dos exhibiciones de gala se agotaron
Las proyecciones son los martes y viernes, a las 20:00 horas, en López Cotilla 1199
a los dos días de abrir la venta por internet. Roma marca con potencia, dramatismo y poesía el regreso de Alfonso Cuarón del espacio universal y global de Gravity a la tierra y el ámbito local. También Roma se centra en un personaje femenino y muestra el drama y la resistencia de mujeres pero de manera autobiográfica y ligado a la capital mexicana y el ambiente de inicios de los años setenta del siglo pasado. Centrada en el personaje de Cleo una indígena mixteca que trabaja para una familia de clase media en la colonia Roma, el filme arma un mural acerca del ambiente y la atmósfera social al inicio de los años setenta. La familia para la que Cleo y su compañera también indígena - trabajan y resuelven problemas vive en constante estress: madre, padre e hijos se pelean, la abuela no sabe qué hacer, el perro es un estorbo y el hogar sería un caos si no fuera por el constante y cariñoso apoyo de las muchachas que despiertan y cuidan a los niños, recogen la ropa sucia, lavan, planchan, cocinan y corren a hacer el mandado. El drama individual que experimenta la joven Cleo no parece interesarle a nadie. Lo que importa es que el caos en el que vive la familia no se desborde y el hogar no se desmorone.
Cuarón -quien aparece en los créditos como responsable para el guion, la dirección y la fotografía– decidió narrar la historia basada en los recuerdos de su niñez, en blanco y negro. Los tonos de gris recuerdan de manera potente la ciudad de México a principios de las años setenta. La banda de guerra de la secundaria, el silbido del afilador, las manifestaciones estudiantiles, los halcones y la represión policiaca marcan la imagen, el sonido, el ambiente y la atmósfera de la ciudad. Para los que vivimos y respiramos la época, el filme se convierte en un poderoso recordatorio de la tensión generalizada. Una tensión que en el filme sólo se vence con la ternura y comprensión humana y maternal de las indígenas que hablan en su lengua dulce y armoniosa. Tuve el privilegio de ver Roma en un buen cine con excelente imagen y sonido. Ojalá también en México la producción de Netflix llegue pronto a las salas de cine. La exquisita estética y potente dramatización merecen una pantalla y un sonido envolvente.