Milenio Jalisco

AMLO: el pulgar del emperador

- MANUEL BAEZA manuel.baeza@milenio.com @baezamanue­l

Aunque es un mito, el pulgar del emperador para salvar o no la vida de un gladiador es una imagen ampliament­e difundida en todo el mundo. En años recientes la película Gladiador, de Ridley Scott, popularizó al ficticio emperador romano Cómodo decidiendo la suerte de los gladiadore­s mediante la dirección de su pulgar. El dedo gordo hacia arriba significab­a el perdón; el pulgar hacia abajo era señal de la muerte por espada.

Pues bien, la imagen del emperador romano y su pulgar me viene a la mente cada vez que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, se refiere a las consultas sobre temas tan trascenden­tes como la ubicación del Nuevo Aeropuerto Internacio­nal de México (NAIM), o tan superfluas como la realizada vía Twitter para decidir cuál debe ser el nombre del nuevo acuerdo o tratado comercial con Canadá y Estados Unidos.

La relación para mí es sencilla: en la cinta mencionada Joaquín Phoenix, en su papel de emperador, sopesaba el ánimo del público en el circo romano antes de tomar su decisión y apuntar su pulgar hacia la tierra o hacia el cielo. Con AMLO, al parecer también sopesa el sentir de los ciudadanos, pero al final será él quien decida. Veamos el caso de la consulta sobre el NAIM. López Obrador anuncia que se hará en 538 municipios mediante urnas, y que la Fundación Arturo Rosenbluet­h será la responsabl­e de contabiliz­ar los votos. También habrá una encuesta levantada en domicilios.

Pero ojo: no se ha dicho que el resultado de la consulta será tomado al pie de la letra. Al final, y eso se lo puedo firmar, será el propio López Obrador quien decida si se mantiene la obra en Texcoco o se le da otra ubicación. Será el pulgar de AMLO el que decida; lo demás es solo trabajo indicativo. Solo así se explica el hecho de que AMLO y su equipo, en especial Javier Jiménez Espriú, mantengan su negativa a mantener el nuevo aeropuerto en Texcoco. Como no pueden parecer autoritari­os, tendrán que involucrar a la sociedad civil, pero nada garantiza que se acate la recomendac­ión si acaso es desfavorab­le a su proyecto.

Lo más importante a mi juicio es que la consulta-encuesta ciudadana será realizada antes de que López Obrador tome posesión, lo cual no le da ninguna validez oficial. Es decir, nadie está obligado a acatar los resultados y, por supuesto, nadie puede exigir de manera oficial que se transparen­te el proceso. Así de sencillo.

Así que cuando AMLO anuncie el resultado de su consulta, no podré evitar que en mi mente se forme la imagen de un López Obrador levantando el puño ante el público de un circo romano. ¿Hacia dónde apuntará el pulgar?

M

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico