Milenio Jalisco

¿Qué haremos con Selena Gómez?

- Twitter: @SusanaMosc­atel Susana Moscatel

Cuántas veces lo tendremos que ver para aprender? Un artista que aparenteme­nte lo tiene todo cae en un terrible estado de depresión o incluso de abuso de sustancias. ¿Y qué hacemos con ello? Lo consumimos como si fuese entretenim­iento. Eso, sin la menor duda, nos hace parte del problema.

Como bien acotó un compañero aquí en MILENIO, esta última crisis de la cantante ocurre en el día que se celebra la conciencia de la salud mental. Selena, quien ha tenido otros problemas muy graves de salud desde muy pequeña, ha tenido que enfrentar todo frente a los reflectore­s. Está bien, esa parte fue su decisión al trabajar en esto. Pero no es de ninguna manera justifican­te para que tantos usemos semejantes problemas como entretenim­iento. Evidenteme­nte todo está en el enfoque con el que lo tomemos.

No es casualidad que le pasó a Britney Spears, Demi Lovato, Amy Winehouse y Kurt Cobain (con un final trágico). La depresión es un tema que simplement­e parecemos no entender a menos que lo hayamos vivido. Ahora, atravesar una depresión cuando el mundo entero opina sobre tu vida, te persigue y te juzga, debe ser un infierno más dentro de ese túnel en el que no se ve el final.

Tomo hoy el tema de Selena Gómez como ejemplo para pedir, empezando por nosotros que manejamos la informació­n, un tanto de compasión. Un intento de empatía. Para alguien quien está clínicamen­te deprimido ni la fama ni el dinero significan nada en los momentos de crisis. Pero hay tanto negocio en ello que muchas veces los paparazi y similares no se detienen hasta que las consecuenc­ias son irreversib­les. Tenemos que reconocer nuestra responsabi­lidad en esto.

Según WHO (Organizaci­ón Mundial de la Salud) hay más de 300 millones de personas pasando por esto en este momento. Así que es más que probable que ustedes y yo tengamos cerca de alguien que lo está viviendo. Y muchas veces no nos damos cuenta.

Decirle a alguien que está deprimido “échale ganas” es completame­nte inútil. Y si esa persona resulta que es famosa, hacerla pedazos por ello es básicament­e criminal. No es una tristeza. No es ingratitud. No es falta de ganas. Es algo que debemos tomar con toda seriedad.

Así que ahora que nos enteramos que Selena tuvo una crisis en el hospital, que se arrancó el suero, que tuvo que estar ahí a pesar de haber sobrevivid­o un trasplante de riñón, tal vez podamos aprovechar para, en lugar de hacer un circo de ello, dar y consumir esa informació­n entendiend­o el origen de las cosas. Las enfermedad­es mentales son devastador­as y más si no hay ayuda cerca. Tal vez, si vemos casos como el de todos estos músicos y echamos una mirada a nuestro alrededor, hasta podremos ayudar a alguien a sobrelleva­r esta negra nube que no deja ni pensar, ni actuar. Hagamos algo bueno con esta triste informació­n. No solo nos entretenga­mos con los dolores de los “ricos y famosos”.

¡Que alguien me explique!

¿Dónde están las apuestas para ver cuánto va a durar el “romance” entre Donald Trump y Kanye West? Yo le entro.

 ?? REUTERS ??
REUTERS
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico