Que no quede nada
Antes de finalizar la actual administración presi- dencial, se han hecho distintas licitaciones que se formalizarán antes del 30 de noviembre. La SCT, “diestra” en construcciones carreteras (sirva de ejemplo el Paso Express), expedirá las convocatorias correspondientes para construir nuevas autopistas antes de que expire el sexenio de Peña Nieto. Se planea construir, entre otras, una autopista que comunique la capital de Oaxaca con Puerto Escondido. Una de las empresas participantes es Tradeco, hasta hace poco inhabilitada (Reforma, 5/X/18). De acuerdo con el subsecretario de Infraestructura de la SCT, las licitaciones que se otorguen antes de fin del año tienen un costo estimado de 9.3 mil millones de pesos.
En el mismo “apuro” de licitar se encuentra la Comisión Nacional Forestal, organismo público descentralizado de la Semarnat que abrió, con carácter de urgente, diversas licitaciones con el fin de restaurar daños en obras de infraestructura que hayan sido afectadas por algún siniestro natural: temblores, lluvias, deslaves, etcétera. La mencionada Comisión se reserva el derecho de elegir a quienes concursen por los proyectos, “todos muy urgentes” (El Universal, 4/X/18).
La Secretaría de Gobernación, entre cuyas funciones se encuentran la regulación de juegos y sorteos, ha autorizado a Tv Azteca la concesión de un nuevo casino, Ganador Azteca, ubicado en una tienda de autopartes (una refaccionaria) en Yanga, un municipio pobre de Veracruz. Su localización, sin embargo, es estratégica, pues se encuentra a 16 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Además, a menos de 60 días de que finalice el actual sexenio, la Dirección de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación obsequió a la televisora mencionada un permiso por 25 años para la instalación del casino y operar las apuestas por internet, telefonía y dispositivos electrónicos (R. Herrera, Reforma, 3/X/18). El trámite correspondiente requirió “tan solo un mes de papeleo”.
Los beneficios irregulares que acompañan cada fin de sexenio (no está por demás recordar que estamos en pleno “año de Hidalgo”) no son de un solo partido. Todos participan, en la medida de sus posibilidades, del festín “redistributivo”. Santiago Creel, una semana antes de dejar el cargo de secretario de Gobernación durante el sexenio del “presidente” Fox (es un decir) y convertirse en el candidato presidencial del PAN (2005), otorgó en un solo día 266 autorizaciones de un total de 500, para instalar centros de juegos y apuestas. Dichas concesiones fueron obsequiadas a empresarios de muy alto nivel, incluyendo a los dueños de las grandes televisoras (A. Benítez, Sinembargo. com 25/ V/11).
Lo anterior no es nuevo dentro del modelo que se maneja cada fin de sexenio. Las creaciones de notarías públicas es otra de las fuentes de obsequios, sobre todo a nivel de las entidades federativas. Ahí está, entre muchos ejemplos, el obsequio notarial que hizo el hoy senador Eruviel Ávila y hasta hace poco gobernador del Edomex a 12 de sus allegados. Por fortuna, hubo un juez probo que canceló el proyecto bajo el argumento de su inconstitucionalidad.
Si hemos entendido bien, la próxima administración presidencial erradicará estos vicios que tanto daño han hecho al erario público y tanto bien a unos cuantos bolsillos. Mientras, el botín se sigue repartiendo. El año de Hidalgo termina el 30 de noviembre. Ojalá sea el último.
El botín nacional se sigue repartiendo, el termina el 30 de noviembre; ojalá sea el último
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