Cuando las puertas se cierran
La Alianza para el Gobierno Abierto tiene signos de agonía. En mayo de 2017 salió el Núcleo de Organizaciones de la Sociedad Civil (NOSC) que lo promovieron, ante las evidencias de espionaje gubernamental (malware Pegasus). La semana antepasada, en el marco de la Semana Nacional de Transparencia, Alejandro González Arreola, ex presidente del Comité Directivo Global de Open Government Partnership, advirtió el fracaso del programa en México porla falta de voluntad gubernamental: llegó a un punto muerto, dijo (ver URL:
http://bit.ly/2yC3S1G). México se unió a la iniciativa de Alianza Gobierno Abierto propuesta con base en el “Memorándum de Transparencia y Gobierno abierto” planteado por el entonces presidente de Estados Unidos Barak Obama y la de Brasil, Dilma Rousseff, en la Asamblea General de la ONU (12 de junio de
2011). México, con esos gobiernos y los de Noruega, Reino Unido, Indonesia, Filipinas y Sudáfrica, se sumaron, y luego se integraron otros 58 gobiernos nacionales.
La integración de México al Gobierno fue por el impulso de organizaciones de la sociedad civil, entre ellas Article 19, Cultura Ecológica, Fundar, IMCO, Observatorio Nacional Ciudadano, y Transparencia Mexicana. Formaron un Núcleo impulsor (ver: http://bit.
ly/2yksAEf).
Jalisco, más desde el Gobierno del Estado, se integró en 2015 constituyendo su secretariado técnico (ver: http://bit.ly/2n0gNFH), desarrolló e implementó un Plan de Acción de “tablero” sin involucrar, mejor aún, cautivar y asumir desde la sociedad civil, o reales grupos sociales de interés. Gobierno Abierto en Jalisco ha sido como en los orígenes: propuestas e iniciativas personales desde arriba, desde adentro; no desde abajo y desde fuera.
Gobierno Abierto, lamentablemente, se ha asumido y desarrollado como una nueva forma de gestión de la administración pública, enfocándose en el aprovechamiento de tecnologías de la información para resolver necesidades y problemas que involucran más la gestión de lo público, que la apertura de lo público para construir gobiernos con la sociedad. El resultado, Gobierno Abierto se convierte en una herramienta de legitimación de lo que ya se hace, pero aderezado con una retórica de transparencia, cocreación, participación, inclusión, renovación, etc.
Gobierno Abierto, con sus elementos, es tan sólo una herramienta para una nueva gobernanza. Al parecer, la más apropiada. Sin embargo, mientras la herramienta se convierta en fin en si misma, sin modificar en fondo de cómo y para qué gobernar, morirá muy pronto en Jalisco.